Editorial

Injustos aumentos a la energía eléctrica

Uno de los peores atracos de los que ha sido objeto el pueblo hondureño en los últimos años es el desmedido incremento a las tarifas de la energía eléctrica que entraron en vigor en octubre pasado.

Según las autoridades del sector, los aumentos eran de un 18%, aunque “olvidaron” informar a los consumidores de otros ajustes que han elevado el costo de las facturas, principalmente del sector residencial, que es el más golpeado con subidas en sus facturas hasta del 30%.

Así lo han explicado técnicos a EL HERALDO. Según esas fuentes, el costo del kilovatio hora sufrió un alza de 120% a los primeros 50 kilovatios consumidos, y de 16.3% al segundo tramo de los 51 kilovatios en adelante para los consumidores de 300 kw y más, ya que los de menor consumo están recibiendo un subsidio del gobierno por nueve meses, tiempo después del cual deberán pagar la tarifa real de su consumo.

A esos incrementos se suma el ajuste de un 13.2% a la tarifa del alumbrado público.

Los números solo desnudan el abuso con que las autoridades de la Empresa Nacional de Energía Electrica (ENEE) y la concesionaria Empresa Energía Honduras (EEH) están manejando el sector, en detrimento de las economías familiares.

Ha quedado evidenciado que los incrementos no fueron del 18%, sino que se movieron entre un 20 y un 30%, lo que está representando un duro golpe a la alicaida economía de esas familias.

Es cierto que la ENEE pasa actualmente por la peor crisis financiera de su historia, que está al borde de la quiebra, pero como lo han dicho algunos dirigentes empresariales “es inaceptable que le pasen la factura al pueblo hondureño y a los empresarios de la ineficiencia del manejo de la estatal”.

Por eso se deben empezar a tomar las medidas correctivas en base a lo que establecen las leyes de la República. Actuar con transparencia, no esconder información a la ciudadanía, y si es necesaria la revisión del contrato de concesión con la EEH, pues hacerlo, pero no debe seguirse golpeando el bolsillo de los más necesitados de la manera injusta que lo hacen ahora.