Editorial

Donald Trump, ¿herido de muerte?

Donald Trump ha salido a celebrar “su triunfo” en las elecciones de medio término realizadas ayer en su país, y se ha mostrado optimista a pesar de los resultados que, para muchos analistas, lo dejan “herido de muerte”, porque ya no contará con el control de la Cámara de Representantes que, después de ocho años, pasa a manos del Partido Demócrata.

Y son muchos los que coinciden que el de ayer “ha sido un triunfo a medias”, pero Trump ha tratado de no verlo así.

El gobernante estadounidense ha salido victorioso, no ha incluido la palabra derrota en sus discursos y ha ignorado los mensajes enviados por los electores que, sin duda, con su voto han expresado su descontento con el tratamiento de temas sensibles como la migración, el racismo, el machismo, la misoginia y la criminalización del fenómeno migrante y de las caravanas que se mueven actualmente por el territorio mexicano hacia la frontera sur de los Estados Unidos.

Las mujeres y los latinos así lo demostraron. Según las encuestas el voto de estos dos segmentos fue fundamental en el resultado de estas elecciones. “Las mujeres salieron masivamente a votar y lo hicieron a favor del Partido Demócrata”.

Pero Trump ha querido mostrar su fuerza anunciando, en una inusual rueda de prensa, que sigue firme en su intención de construir un muro en la frontera con México para parar el flujo de migrantes centroamericanos y en la anulación de las reformas al sistema de salud impulsadas por su antecesor, Barack Obama.

Está claro, y él lo sabe, que el camino no le estará nada fácil, pues se espera que los demócratas no apoyarán ninguna de las políticas radicales del gobernante, en ninguno de los dos temas, y se confía en que serán ese contrapeso que se requiere para parar el discurso xenofóbico y antiinmigrante manejado hasta ahora por el gobernante.

Pero no todo termina aquí. Trump tiene por delante dos años más de mandato en los cuales deberá buscar los consensos necesarios para llevar su gobierno a buen puerto y sentar las bases de una posible reelección presidencial, si es que su partido, después de lo sucedido, decide dar ese paso.