Editorial

Otra vez el RNP

Las denuncias sobre la mala administración en el Registro Nacional de las Personas (RNP) siguen llenando a diario las páginas y los espacios noticiosos de los medios de comunicación.

La caja de Pandora se abrió con la denuncia de la Unidad Investigativa de EL HERALDO sobre el financiamiento de un equipo de fútbol con fondos del organismo de seguridad nacional, la que abrió las puertas para que desde el Congreso Nacional se propusiera la intervención del RNP. Pero las denuncias no pararon allí. Un informe confidencial del organismo detalla sobre millonarias pérdidas por abstención de cobros a empresas, deudas por proyectos de los que no hay soporte de gastos, fiestas de viáticos para empleados y funcionarios, compras de equipos tecnológicos a precios sobrevalorados, personal que recibe salarios pero no tiene funciones. En fin, todo ello sin contar la manipulación que por años han hecho de los procesos de emisión de la tarjeta de identidad a su libre albedrío y la manipulación del censo electoral, las defunciones e incluso los nacimientos con propósitos electorales. Todo hace indicar que en el RNP operan no una, sino varias redes de mafiosos que venían actuando impunemente, ante la vista y paciencia de los directivos de la institución. Esta semana se informó que desconocidos ingresaron a las instalaciones del RNP y se robaron varias computadoras en las que habría información delicada. Las mismas autoridades no dudan que detrás de estos hechos “estén personas interesadas en encubrir o quitar algún documento que les pueda ser lesivo”.

Ahora que estos casos están saliendo a la luz pública, la ciudadanía confía en que todos y cada uno de estos casos será investigado y llevado a los tribunales competentes, de ser necesario. Asimismo, confían en que este proceso de intervención concluirá con la salida de una vez por todas de los partidos políticos y que son corresponsables directos de todas las anomalías que se han denunciado hasta ahora. Los organismos contralores del Estado deben actuar de inmediato. Hay que parar de una vez por todas la impunidad con la que se ha actuado en el RNP y volverlo el ente eminentemente técnico que el país requiere para garantizar la identificación plena y transparente de sus ciudadanos.