Don Emilio Larach ha dado un ejemplo de fe en Honduras.
El empresario ha inaugurado en San Pedro Sula una megatienda de su emblemático negocio -la ferretería Larach & Cía-, una obra que ha sido construida a un costo superior a los 350 millones de lempiras.
Don Emilio, como le conocen sus amigos, sus clientes, sus empleados, se hizo rodear de los suyos para volver con su empresa a la ciudad que vio nacer su negocio allá por los años 40 del siglo pasado.
Y como lo dijo en su discurso, ese fue un día importante para él y su familia porque estaban materializando el sueño que surgió en San Pedro Sula; un día importante para Honduras pues se estaba reafirmando el amor y la fe por el país que nos da la oportunidad de realizar grandes proyectos.
Y aunque no lo dijo, también fue un día importante para la economía hondureña, para su gente, porque una inversión de este volumen es generadora de fuentes de trabajo, ese trabajo que tanto demandan los hondureños y que solo se generará con decisiones firmes como la de él y su familia, de creer en Honduras e invertir sus capitales en el país.
Y es que don Emilio no ha dudado en impulsar la millonaria inversión a pesar de las fragilidades por las que pasa la economía hondureña, porque, señala firmemente, “si no invertimos, la competencia de afuera viene”.
La inversión y la apuesta de don Emilio es un ejemplo que deben seguir muchos otros empresarios que a pesar de que el país les ha brindado las oportunidades para ser exitosos en los negocios, se resisten a continuar invirtiendo en la tierra que les vio nacer y que hoy demanda le devuelvan un poco de lo que les ha dado.
No deben olvidar que esa es una apuesta que deben impulsar los hondureños, más en los actuales momentos en los que los flujos de capital extranjero que tanto demanda el país para impulsar su desarrollo, generar empleo y riqueza, se ha mantenido prácticamente estancada en los últimos años.
Porque Honduras es una tierra de esperanza, una tierra que saldrá sin duda adelante con el trabajo y el aporte de todos sus ciudadanos, sin importar su raza, color político, ideologías o posición social.
