Editorial

Sequía en el sur de Honduras

Para nadie es novedad que la falta de lluvia afecta permanentemente a la región sur de Honduras, que es, de paso, una de las más deprimidas económicamente del país. Pero este año la falta de agua está golpeando a esa población con saña.

EL HERALDO ha evidenciado en un recorrido por varios de los municipios afectados que la situación de los sureños en estos momentos es deplorable.

La historia que relatan los periodistas que recorrieron los lugares indigna, conmociona.

La desolación, la desesperanza, la falta de empleo y el hambre, son, entre otros factores, los sentimientos y las realidades que viven los pobladores de esa zona.

No es posible que mientras los hondureños de la zona rural (y también en las zonas marginales en el área urbana), luchan por arrancarle a la tierra un poco de comida para alimentar a sus familias, en Tegucigalpa, la clase política se mantiene enfrentada por llegar al poder o mantenerse en el poder, dizque para ayudar a sus congéneres más pobres que se debaten entre la pobreza y la miseria.

Este reportaje, que solo viene a mostrar (recordar) la triste realidad en que viven más del 60% de los hondureños y hondureños, debe llamarlos a la reflexión.

Debe ser el campanazo para que hagan un alto en su accionar y decidan que los pasos que darán hacia adelante serán en verdad en favor de los pobres, a quienes no se les sacará de la pobreza con un bono anual sino dándoles las herramientas que requieren para que produzcan la tierra o para proyectos que generen empleos permanentes, con los que puedan empezar a soñar con un futuro diferente.

Honduras es un país rico que desgraciadamente ha sido saqueado por unos pocos, por eso es ineludible que se siga con la lucha implacable contra la corrupción y los corruptos.

No se debe permitir que los dineros públicos que son destinados a programas de apoyo a las comunidades rurales se desvíen a las bolsas de los políticos y particulares.