“Llevadera es la labor cuando muchos comparten la fatiga”, conceptualizó Homero, el gran poeta de la antigua Grecia, al referirse a la solidaridad.
Esa visible solidaridad en Honduras tiene una historia de 30 años, cuando nace la Teletón como una unión de hombres y mujeres dispuestos a luchar para llevar a los demás una mejor calidad de vida.
Esta obra de amor, la más grande en el país, recientemente inauguró en La Esperanza, Intibucá, su sexo centro de rehabilitación integral.
La majestuosa construcción, que se ejecutó a un costo de unos 19 millones de lempiras, cuenta con diferentes salas de rehabilitación para niños, jóvenes y adultos, donde los especialistas podrán atender a unas 500 personas diariamente.
Al estar en uno de los departamentos más pobres del país, en las instalaciones se construyeron dos albergues- para mujeres y hombres- con todas las condiciones y con una capacidad para 21 personas.
Estas unidades están destinadas a gente de escasos recursos económicos que no tiene dónde quedarse. Aquí “no pagarán ni un centavo por la estadía y se les proporcionará alimentos”, explicó uno de los directivos de la Fundación Teletón.
Además de generar empleos, en este centro de rehabilitación se espera atender unas 13,000 consultas al año, de pacientes provenientes de Intibucá, La Paz y Comayagua.
Con seis centros de atención- Tegucigalpa, San Pedro Sula, Santa Rosa de Copán, Catacamas, Choluteca e Intibucá- y miles de consultas atendidas diariamente, la Teletón cumple con su misión de promover “los derechos humanos con igualdad de oportunidades enfocados en mejorar la calidad de vida de las personas con discapacidad física e intelectual, su familia y con la solidaridad de la sociedad”.
Este gran proyecto de amor y servicio se acerca a su edición 2017 y solo será posible seguir adelante con la unidad y el aporte de todo el pueblo hondureño. “Nadie que haya aliviado el peso de sus semejantes habrá fracasado en este mundo”, una frase de Charles Dickens que nos invita a la solidaridad