El mantener el curso de acción prometido, sin vacilaciones ni retrocesos, consolidará su diario actuar y quehacer. Caso contrario, irá emergiendo la frustración colectiva, misma que actuará en consonancia en la próxima elección. Cabañas debe ser su modelo: irrestricto respeto a la libertad de prensa (el público distingue entre el periodismo objetivo y el mercenario), transparencia en el manejo de fondos públicos, rendimiento de cuentas y comunicación periódica con su pueblo. Debe estar dispuesta al aprendizaje permanente, inspirando al personal que nombre con su ejemplo, compartiendo propósitos comunes, con metas y procedimientos claramente definidos, inculcando el espíritu de servicio inherente en el cargo público.
Dispuesta a recibir retroalimentación crítica, sin que quienes la formulan se sientan cohibidos o temerosos de represalias. Saber escuchar y preguntar, admitiendo que puede equivocarse en la toma de decisiones, pero con suficiente madurez para rectificar puntualmente, cuando sea necesario. Evaluaciones periódicas del rendimiento para determinar si se justifica o no la permanencia de sus subalternos en el cargo para el cual han sido nombradas (os). Delegar responsabilidades, sin implementar excesiva y contraproducente centralización de funciones, en aras de la eficiencia, sin por ello olvidar que, en última instancia, será usted la responsable de su actuar. Mente amplia, flexible, receptiva a nuevas ideas, sin caer en dogmatismos ideológicos.
Desterrar el nepotismo y servilismo. Las y los aduladores deforman la realidad objetiva, pintándola de color rosa, y con ello, haciéndole daño a usted. Son la quinta columna, el caballo de Troya, saboteadores de su mandato. Estas líneas del poema de Antonio Machado deben estar presentes en su mente: “Caminante, no hay camino, se hace camino al andar”. Enfrenta una muy compleja problemática, heredada del pasado mediato e inmediato. Para abordarla e intentar reducirla, debe escoger como sus cercanos colaboradores a personas de su confianza, capaces, íntegras, más allá de su afiliación partidaria o ausencia de ella.
Ante todo, que amen a Honduras, que estén dispuestos a servirla y no a servirse de ella. Ya se escuchan voces que, directa o indirectamente, reclaman “borrón y cuenta nueva”, olvidándose de todo el mal que han causado a la nación, saqueándola, envileciéndola, vilipendiándola. No es posible ni olvidar ni perdonar. La justicia debe actuar de inmediato, otorgando, obviamente el debido proceso, el derecho a la defensa. Así lo reclama la ciudadanía que con su voto la ha llevado al poder político.