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Lo que no aprendí

Cuando aún se es estudiante es muy difícil ser consciente y dimensionar lo que significa el aprendizaje para la vida. Ahora que ya veo las cosas desde el retrovisor me doy cuenta de lo mal enfocado que está el sistema educativo.

Una de las realidades que más me ha chocado es que, salvo las carreras que están pensadas para la administración de empresas, se enseña a ser empleado y no emprendedor. Recuerdo que muchas veces nos dijeron “cuando vayan a buscar un trabajo”, pero casi nunca se nos dijo “cuando tengan su propio negocio” o “cuando abran su primera empresa”. Y eso por hablar de frases, no digamos el enfoque de las asignaturas.

Creo que es necesario que en el mundo moderno en las aulas de clases se hable de cómo emprender, desde cómo identificar un vacío en el mercado o una oportunidad de mercado hasta cómo se legaliza una empresa. Por cierto, considero que debe haber una formación tributaria. Recuerdo que yo me llevé un par de multas en el Servicio de Administración de Rentas por no hacer las cosas en tiempo y forma.

Otra de las cosas que considero que son indispensables en la formación académica es tener unos principios básicos de administración de las finanzas personales. Creo que, además de lo precario de la economía hondureña, hay personas que se terminan ahogando en deudas por desconocer cuál es la mejor manera de manejar el dinero que llega a sus bolsillos. Y no es un asunto puramente matemático, hay que enseñar a controlar las emociones, es decir, el impulso de comprar.

Las relaciones humanas son indispensables para la felicidad. Creo que formarse en ellas es fundamental para que tengamos un mejor país. El mal manejo de las emociones, la baja inteligencia emocional y la incomprensión hacia el otro hacen que la convivencia sea muy difícil y en algunos casos insoportable. Un país que está lleno de egoísmo, producto de la inmadurez, es muy difícil que pueda progresar. Y no hablo de que se haga un pequeño taller, creo que deben ser una asignatura-taller, y además un eje transversal de la educación junto a los valores. Valores que deben practicarse, más que generar un discurso sobre ellos.

La lengua de señas de Honduras es quizá una de las más grandes deudas que tenemos en el país. Es de verdad lamentable que no se enseñe en los salones de clases. Otra de las grandes deudas considero que es la mecanografía. En cuanto al inglés ya reaccionamos, pero no noto los avances.

Una de las cosas que me parecen inconcebibles es que Primeros Auxilios no sea una clase, y no hay problema que se curse una y otra vez. Se pueden salvar muchas vidas. Igual hay que aprender a comer, y ojalá se pudiera aprender a nadar o conducir, o por lo menos los principios básicos.

No digo de ninguna manera que los contenidos actuales no sean válidos, todo lo contrario, todas las experiencias educativas actuales se combinan y se complementan con las que propongo aquí. La escuela debe ser una experiencia que nos haga la vida mucho más amena. Solo hay que pensar en las experiencias que en la vida muy probablemente tendremos, y tratar de confeccionar una ruta de aprendizaje sobre ellas.

Y por supuesto, es clave que volvamos a la estricta evaluación de los aprendizajes. Por ejemplo, las recuperaciones deben ser para estudiantes que por alguna dificultad personal o de aprendizaje no pudieron aprobar una clase, pero no una feria que dé lugar a una aprobación masiva.