Evento inédito en Centroamérica fue el ocurrido durante el pasado 15 de Septiembre en La Ceiba y San Pedro Sula, cuando de las alturas descendieron 90,000 tarjetas impresas con poemas de nuestra literatura, historia y citas literarias (no religión ni política). Los organizadores cuidaron que las muestras fueran de los mejores cultores de la palabra, desde José del Valle y Juan Ramón Molina a los maestros Óscar Acosta y Antonio José Rivas, arribando luego a contemporáneos como Rolando Kattán y Héctor Flores (“Chaco”).
Cierto número de marcapáginas armónicamente diseñados fue dedicado a próceres indígenas desconocidos, aparte de Lempira: Copán Galel, Entepica, Toreba, Benito y particularmente Cicumba, gran cultivador de cacao en Valle de Sula y líder que por diez años contuvo a la invasión ibera hasta ser derrotado por Pedro de Alvarado en riberas del Ulúa, con su posterior retiro, junto a robada dama sevillana, en Cerro Palenque, hoy Santiago Cicumba.
La maravilla histórica de Cicumba es que por segunda vez, al verlo en peligro amenazado por fuerzas extrañas y extranjeras, líderes indígenas de Yucatán decidieron enviar 60 canoas con guerreros a apoyarlo, dirigidas por el español aindiado Gonzalo Guerrero, de quien abundantemente habla la historia y quien cayera abatido en el Ulúa.
La reciente jornada cultural tuvo como centro fortalecer y robustecer los valores y principios de nuestra identidad, así como flotar sobre las comunidades la belleza de la poesía a fin de disolver en algún grado la rabia política que nos inunda, el rencor, el odio y la violencia cotidianos.
Es sabido que una de las áreas con mayor agresividad pendenciera es Valle de Sula, constituido por 14 alcaldías que conforman la Zona Metropolitana y que, integradas, procuran superar sus más graves dificultades de desarrollo, a saber: desempleo, migración, violencia, analfabetismo, exclusión económica, política y sexual, así como maltrato por género. Agréguese a ello la superstición religiosa y se comprende, entero, el burdo cuadro de discriminación.
Es primera ocasión en que se emprende algo así masivamente cultural en Honduras y en Centroamérica. Forman Grupo Lluvia el Arq. Roberto Elvir Zelaya, las profesoras Adela Méndez, Paola Martínez y Lastenia Godoy Ánderson; la gestora cultural Hilda Sabillón, la maestra de danza Flor Alvergue, el doctor Gustavo Larach, el esteta plástico Marco Rietti, la poeta Ana María Alemán y los narradores Armando García y Julio Escoto. Diseñaron gráficamente cientos de poemas las maestras Débora y Susana Ramos, así como la artista Paola Martínez.
Sufragaron la impresión de 90,000 tarjetas el Banco Central de Honduras (BCH) y empresarios patriotas que dirigen Cadelga, RJ Constructores, la Alcaldía Municipal de La Ceiba y la editora Impresos Rápidos Ariel. La distribución de este regalo cultural fue asumida en coordinación por las bases aéreas militares “Cnel. Héctor Caraccioli Moncada” (La Ceiba) y “Cnel. Armando Escalón Espinal” (SPS), siendo su controlador el Tte. Cnel. Eddy Rodríguez, comandante de la segunda.
Los organizadores invitan a otras localidades a replicar en nuevos años una actividad de tal vocación en sus comunidades. Para que ¡llueva poesía!