En Honduras todos (as) los líderes políticos hablan y prometen, pero casi siempre mienten e incumplen pactos al conglomerado cegados por egos, ambiciones particulares o de grupo. En Libertad y Refundación (Libre) se meten zancadillas, los cachurecos se ponen los cachos, los liberales vetustos no ceden directiva y los anticorrupción se idean “dioses”.
Nos pasma saber que no tenemos por donde pasar ni por donde salir porque los involucrados en la política vernácula abren los caminos para su “democracia” cerrando las libertades a las mayorías. Tras el derrocamiento de Manuel Zelaya Rosales, su íntimo, Porfirio Lobo Sosa, lo bendijo con su partido Libre, en el que también aflora el despotismo.
“Pepe”, maniobrando los negocios de su régimen permitió a Zelaya Rosales volver al país el 28 de mayo de 2011 y lo indultó. “Ni en sueños deseo ver al presidente Zelaya preso”, dijo en su momento el cándido Lobo tras beatificar a su inseparable amigo de Lepaguare, Olancho. Hasta ahora, ni uno ni el otro riñen sus funestas jefaturas. ¡Felicitaciones!
“Mel”, quien dice detestar los abusos y la opresión, volvió al ruedo político imponiendo a su esposa Xiomara Castro de candidata. Hace unos días la señora Castro, en un acto antidemocrático y de manifiesta codicia, le pasó la pelota presidencial a Zelaya Rosales. Vaya dedocracia en Libre. Hoy por ti, mañana por mí. Delegan los cargos en familia. ¡Buen provecho!
Por su parte, el mandatario Juan Orlando Hernández Alvarado está redoblado. El barbuchín olvidó el voto por voto. Mañana, tarde y noche canta el “súmate, súmate, súmate…” a Juan Orlando para no dejar las mieles. Por los vientos que soplan tampoco tendrán internas los cachurecos. Caldo de cachos.
En domos liberales odian la reelección, pero tampoco le urgen al poder. Están molidos frente a sus votantes. En el Partido Anticorrupción (Pac), su líder, Salvador Nasralla, juró no volver a aspirar y se enamoró del cetro. Riñe la tiranía, pero con su dedo se autodeclaró apoderado legal y único postulante en su partido. A los “demócratas” les hechiza la dedocracia.
*Periodista