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Crecientes pérdidas del Banco Central

Los estados financieros publicados en el correspondiente sitio web del Banco Central de Honduras (BCH), muestran crecientes pérdidas a lo largo de los últimos meses, sin dar ninguna señal de que tal situación se vaya a revertir en fechas venideras.

Los estados financieros del BCH establecen que al 31 de diciembre de 2021 la institución monetaria registraba una pérdida de 48.1 millones de lempiras. Al 31 de enero de 2022, la pérdida había subido a 486.9 millones de lempiras, equivalente a un incremento del 912.3%.

Al 31 de abril de 2022, las pérdidas ascendieron a 1,712.1 millones de lempiras, con un incremento de 251.6% respecto al mes de enero, y de un 3,459.5% en relación a diciembre de 2021.Cualquier institución financiera privada estaría muy alarmada con pérdidas de tal magnitud, por lo cual importa hacernos dos preguntas: ¿cuál es el origen de las pérdidas?, ¿cómo afectan las mismas la solvencia de la institución?

La principal fuente de pérdidas del BCH está representada por lo que en sus estados financieros se denomina como “Fluctuaciones precios de mercado”, que incluyen “ganancias y pérdidas no realizadas por variación de precios de mercado de los instrumentos financieros que el Banco Central de Honduras (BCH) mantiene para negociación, los que diariamente se ajustan al valor razonable conforme a las condiciones del mercado internacional” (www.bch.hn).

De esa manera, mientras en enero de 2022 el BCH ganó 148.8 millones de lempiras por fluctuaciones de precios de mercado, perdió la elevada suma de 652.1 millones de lempiras, con un saldo neto negativo por este concepto de -503.3 millones de lempiras. Para el mes de abril del corriente, las ganancias por fluctuaciones fueron 987.3 millones de lempiras, mientras las pérdidas ascendieron a 3,126.8 millones de lempiras, con un significativo saldo neto negativo de -2,139.5 millones de lempiras.

Lo delicado de toda esa realidad consiste en que vivimos un contexto internacional sumamente desfavorable, con frecuentes caídas en los principales índices de las bolsas de valores de todo el mundo, que al final terminan afectando los mercados financieros de las diferentes economías del orbe. Esto, en palabras sencillas, implica que el BCH continuará reflejando pérdidas en sus estados financieros.

Aún cuando las pérdidas del BCH son inevitables, lo lamentable es que el gobierno empezó a utilizar las reservas internacionales de tal institución, lo cual puede afectar seriamente su solvencia.

El Consejo Hondureño de la Empresa Privada (Cohep) ha realizado tres claras advertencias acerca del uso de las reservas internacionales: (1) si las mismas se utilizan para cancelar obligaciones internacionales, no debemos esperar ninguna repercusión negativa en términos de inflación y devaluación; (2) si las reservas del BCH se emplean en financiar el gasto corriente del gobierno, se producirá una inflación que puede llegar a los dos dígitos el presente año, acompañada de una devaluación que superará el rango del 1.0% al 2.0% que actualmente se registra; y (3) el próximo año no se debe seguir gastando las reservas internacionales, porque ello constituye una política económica insostenible.

Lo mejor que podemos hacer es respaldar las conclusiones del Cohep.