Columnistas

Perspectivas del sector agropecuario

El orlandismo hecho gobierno fundamentó su sistema administrativo esencialmente en la mentira, el engaño y la corrupción, por lo tanto, las estadísticas oficiales que brindan del sector agropecuario como de los otros sectores, no son confiables. Por lo tanto, corresponderá a la presidenta constitucional Xiomara Castro definir en la historia política de Honduras la línea del antes y después, corrupción/honradez, para alcanzar las anheladas plataformas de justicia, credibilidad y prosperidad. Los productores agropecuarios se muestran optimistas, llenos de fe y esperanza a la espera de las buenas noticias que traerá el gobierno entrante orientadas a la recuperación económica del país y de la productividad agropecuaria. Quienes conforman las distintas cadenas del sector necesitan facilidades y garantías financieras y económicas, técnicas y tecnológicas, seguridad jurídica y ciudadana. Lo mismo que cuidar el patrimonio nacional de la corrupción y ayudar a contrarrestar el calentamiento global protegiendo el medio ambiente en los distintos sistemas ecológicos. Existen un buen número de estrategias que hacen florecer la agricultura y vigorizan la ganadería, pero, con todo respeto, recomiendo a los futuros conductores de la política agropecuaria que acepten las siguientes líneas transversales: elaborar el censo agropecuario; fortalecer la investigación y crear el servicio de asistencia técnica y extensión agropecuaria y rural; establecer la asociatividad; construir proyectos de desarrollo agropecuario de las distintas cuencas de los ríos importantes con sus sistemas de irrigación, y para los productores en laderas donde no existan ríos, construir embalses en quebradas en tiempo de invierno, colecta de aguas lluvias con sus métodos de irrigación y/o perforación de pozos; sostenibilidad ambiental; equidad de género, inclusión activa de la mujer en programas y proyectos; agricultura campesina; urbanizar el mundo rural; realizar una urgente y agresiva revolución en la ganadería bovina y promover la crianza masiva de pequeñas y medianas especies; financiamiento y aseguramiento de los proyectos agropecuarios; fortalecimiento institucional agrícola; revisión y cambio de normas; contratar recursos internacionales para el desarrollo del sector. Reitero, urge una verdadera revolución ganadera que incluya una repoblación bovina con nuevos códigos genéticos, acompañada de técnicas y tecnologías de vanguardia en aspectos de salud y bienestar animal, alimentación y nutrición, reproducción y mejoramiento genético. El hato ganadero de bovinos en Honduras ha disminuido ostensiblemente a 800,000 cabezas. Las autoridades de ganadería deben tomar medidas no negociables por un período de 15-20 años, tendientes a prohibir el sacrificio y exportación de ganado hembra joven aptas para la reproducción y prohibir la venta de terneros recién destetados y novillos jóvenes de engorde en pie para exportación y en el proceso de sacrificio de ganado macho para exportación de carne y de consumo interno se deben vigilar la tasa de extracción. Estas medidas infaliblemente vendrán a fortalecer el crecimiento de la población de ganado bovino y la producción de carne y leche nacional. Queda planteado.