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El pensamiento económico de Valle  

Atesoro celosamente la segunda edición de “El pensamiento económico de José Cecilio del Valle”, publicado el 20 de diciembre de 1969 por el Banco Central de Honduras. En la introducción se expone que: “Valle fue el primero que en Centro América se preocupó seriamente por el estudio y aplicación, principalmente a la ciencia del gobierno, de las ciencias económicas, y su pensamiento se mantiene vigoroso a lo largo de más de un siglo”.

La introducción aludida escrita por el ilustre historiador y jurista Juan Valladares Rodríguez, ofrece muchos datos interesantes, entre los que destaca la fecha correcta de natalicio del sabio Valle, ocurrida el 22 de noviembre de 1777, no como muchas publicaciones erróneamente sostienen, ubicándola el 22 de noviembre de 1780, tres años después de haber sucedido. Ya que por lo menos el día y el mes son acertados, los economistas celebramos como nuestro día el 22 de noviembre, como lo establece el artículo 73 de la Ley Orgánica del Colegio Hondureño de Economistas.

Aunque Valle fue un gran admirador del filósofo y jurista ingles Jeremías Bentham, considerado el padre del ‘utilitarismo’ moderno, sus lecturas en el campo de la economía y el derecho lo llevaron a estudiar a personajes como: Montesquieu, Genovesi, Quesnay, Bandini, Smith, Filangieri, Jovellanos, Ganilh, Storch, Bentham, Say y Flórez Estrada, como demuestra su escrito “Memoria sobre el abasto de carne” (Octubre de 1832), en el cual defiende la idea que el comercio de la misma “debe ser libre como el de granos y mercaderías”.

Conviene agregar que Valle se adhería al sistema industrial, ya que en su escrito ‘El Economista’, un discurso pronunciado en la Junta General de la Sociedad Económica de Amantes de Guatemala, con fecha 26 de octubre de 1820, sostenía que: “El trabajo es el origen de toda riqueza: el trabajo es el principio de la escala inmensa de los valores; y si son infinitas las formas con que se presenta la riqueza en los granos del labrador, en los fardos del mercader, en las obras del artesano, uno solo es el elemento de su estimación”. Agrega que: “El pueblo donde haya mayor suma de trabajo debe tener mayor suma de riqueza”.

En el Bicentenario, una buena iniciativa sería digitalizar o bien reeditar la obra comentada, para darla a conocer más ampliamente.