Columnistas

Una nueva ventana de oportunidades

En un foro reciente, con la participación del Instituto Nacional Demócrata, del Instituto Republicano Internacional y del Centro Wilson, entre otros, se abordó el tema del Triángulo del Norte y las corrientes migratorias hacia los Estados Unidos de América, analizando la situación actual de los países que lo integran y sus perspectivas, ante el inicio de un nuevo gobierno norteamericano liderado por un presidente demócrata.

Aparentemente el nuevo gobierno de los Estados Unidos está interesado en apoyar a los países del Triángulo Norte, reconociendo los históricos lazos que han existido en términos de inversión, el comercio y el combate al narcotráfico. Adicionalmente, está buscando una solución para las corrientes migratorias que, en forma de caravanas, se han convertido en la vía de escape para miles de ciudadanos en la búsqueda de mejorar su situación, huir de la violencia y aspirar a un futuro mejor para sus hijos.

También se abordó el tema de las serias debilidades que afectan a estos países, como ser la fragilidad institucional, la resistencia de las llamadas élites políticas, acompañadas por algunos actores del sector privado, a luchar frontalmente contra la corrupción y en adición, a la polarización, el crimen organizado y los conflictos sociales.

El nuevo gobierno norteamericano parece que buscará nuevas opciones. Se menciona que antes de hablar de montos de la ayuda externa se debe llegar a un acuerdo mutuo sobre la estrategia y los objetivos de corto, mediano y largo plazo, dejando de lado el esquema de centrarse en resolver las crisis que periódicamente afectan a estos países.

Se contempla promover la inversión privada en la región para lograr un desarrollo económico sostenido, dando prioridad a la reducción de la pobreza y la creación de empleo, mejorar la seguridad y el estado de derecho y abordar y atacar la corrupción endémica que corroe los países. Obviamente, toda esta estrategia también conlleva el objetivo de desincentivar las caravanas migratorias.

Para movilizar los recursos y darle transparencia a su utilización, se considera establecer un nuevo marco para las alianzas público-privadas, lograr la participación de los bancos multilaterales de desarrollo para fortalecer la infraestructura y promover la inversión extranjera, mediante alianzas con el sector privado de manera rentable y competitiva.

Para lograr resultados, es sumamente importante que los gobiernos, el sector privado y las organizaciones de sociedad civil en general, comprendan que abordar estos desafíos de manera sostenible exige cambios sistémicos y reformas en muchos sectores de la sociedad y ese tipo de cambios requiere un compromiso, transparencia y voluntad política a todos los niveles.

Honduras ha sido seriamente afectada en términos económicos y sociales por la pandemia del coronavirus y los dos huracanes que asolaron el país a finales de noviembre y el gobierno actual, en colaboración con el sector privado, ha diseñado un Plan de Reconstrucción del país. De materializarse el nuevo proyecto de ayuda, debemos aprovecharlo para acelerar la reconstrucción bajo un esquema serio e innovador e instituir un marco institucional que permita atraer inversión y luchar contra la corrupción. ¿Será posible lograrlo?