Columnistas

Decisiones éticas, precios y ofertas

La pandemia no sólo cambió comportamientos de consumo, también evidenció claramente que el dueño de negocio, sobre todo el que vende bienes de consumo básico, nunca pierde. Es por eso que de marzo a noviembre los precios de la comida, medicinas, higiene y aseo aumentaron en algunos casos hasta en un 150% en los momentos más críticos en el contagio.

Antes de la pandemia la reducida población económicamente activa y con capacidad de compras suntuarias posiblemente no escatimaba en pagar por cualquier banalidad. Otro segmento poblacional buscaba ofertas y promociones para hacerse de sus cositas y comprar comida y medicinas, y los menos favorecidos y gran mayoría sin empleo y que pasaban dificultades económicas, sólo sobrevivían, qué triste. Durante la pandemia y el resto de calamidades ambientales y sociales que se han venido encima han dado el tiro de gracia a lo que antes fueron ofertas y promociones. La psicosis del covid-19 cambió hábitos de consumo y de pago, porque ahora los hondureños pagan más por casi todo, y hay casos justificados por el desabastecimiento, pero otros por decisiones no éticas de ciertas empresas y rubros comerciales y de producción. Cerrados muchos negocios y otros empresarios con gran esfuerzo enfrentando los volátiles cambios del mercado adquirieron materias primas más costosas, que terminaron reflejadas en los precios más altos para los consumidores. Pero otros, que sólo distribuyen, acaparan y fijan el precio en el mercado, abusaron y continúan maltratando con precios altísimos en casi todo. Se entienden los cambios y aumento de insumos para producir, pero quienes comercializan han sido más abusivos. En las farmacias, por ejemplo, muchos de los productos nada relacionados a tratamientos del covid aumentaron hasta el doble los precios, y todos sabemos que la mayoría de farmacias grandes son dueñas de sus propias plantas productoras de medicinas genéricas, por lo que deberían tener más conciencia. Los supermercados aumentaron productos hasta en tres veces su precio y aun los mantienen así, los bancos dieron pocos espacios para alivios de deudas, y muchos productos comestibles y medicinas, incluso, no sólo aumentaron de precio, sino que peor aún, bajaron su calidad. ¿Es así como vamos a quedar, pagando más y en muchos casos por productos de menos calidad?