Columnistas

Espejito, ¿cuál país…?

Espejito, espejito, ¿cuál país de Centroamérica es el más… bonito? Costa Rica es una república admirable. En ella viven compañeros de estudio y amistades a las que guardo un cariño entrañable. Además de los salvadoreños, los ticos son quienes han sabido ganar mi aprecio y respeto.

¿Qué admiramos de Costa Rica? Hasta hace poco eran un oasis de estabilidad política y justicia social. Enjuiciaron a varios expresidentes de la república por actos de corrupción. Han venido ocupando un lugar destacado en el Índice de Desarrollo Humano publicado por las Naciones Unidas. Lograron eliminar el analfabetismo; y, sus porcentajes de pobreza y desigualdad han sido muy bajos en relación a los estándares observados en América Latina. Los ticos se jactan de no tener ejército; de poseer un buen sistema de protección social; y, dedicar el 7.0% de la Producción Nacional a la educación.

A pesar de todo, hoy en día los ticos están atravesando por una coyuntura social muy delicada, traducida en airadas protestas ciudadanas por medio de manifestaciones callejeras, en respuesta a la intención del presidente de la república Carlos Alvarado, quien en su afán de lograr acceso a US$ 1,750.0 millones de recursos provenientes del Fondo Monetario Internacional (FMI), propuso una reforma cuyo 80% supone más impuestos sobre salarios, bienes inmuebles y transacciones bancarias, y tan solo un 20% dedicado a recortes del gasto público, privatización del Banco Internacional de Costa Rica y de la Fábrica Nacional de Licores.

Un nuevo acuerdo con el FMI resulta imprescindible para Costa Rica, ya que varios indicadores macroeconómicos registran cifras preocupantes. Así, aunque el crecimiento económico según la Secretaría del Consejo Monetario Centroamericano, cayó de 2.7% en 2018 a tan solo 2.1% en 2019, durante este mismo año la deuda pública total representó un 75.97% de la Producción Nacional, a la vez que el resultado fiscal del Gobierno Central mostró un déficit de -6.94% del Producto Interno Bruto (PIB).

El Banco Central de Costa Rica estima que en 2020 la variación de la producción real será negativa con una contracción de -5.0%, lo cual dicho sea de paso, es mejor a lo esperado en Honduras.

Lo más alarmante es que en tan solo un año el desempleo en Costa Rica pasó de un 11.4% en 2019 a 24.4% en julio del 2020, afectando principalmente a las mujeres (30.2%), y en menor medida a los hombres (20.7%); estas cifras implican que 557 mil personas actualmente no tiene empleo en ese país, lo cual contrasta con las 270 mil personas desocupadas en el mismo período del año anterior.