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No se puede ocultar la verdad

Porque nada hay oculto, que no haya de ser manifestado; ni escondido, que no haya de ser conocido, y de salir a luz… Porque nada hay encubierto, que no haya de descubrirse; ni oculto que no haya de saberse…Por tanto, todo lo que habéis dicho en tinieblas, a la luz se oirá; y lo que habéis hablado al oído en los aposentos, se proclamara en las azoteas. Lucas 8:17; 12:2-3 (RV 1960)

El ciudadano Juan Orlando Hernández Alvarado, en calidad de presidente de la República, prestó su promesa de ley en dos ocasiones, en los años 2014 y 2018, tal como lo establece la Constitución de la República en su artículo 322, que dice: Todo funcionario público al tomar posesión de su cargo prestará la siguiente promesa de ley: “Prometo ser fiel a la República, cumplir y hacer cumplir la Constitución y las leyes”.

Además, presentó su plan de gobierno para la gestión 2018-2022 fundamentado en cuatro (4) ejes y siete (7) pilares. Los 4 ejes son 1. Empleos, 2. Vida Mejor, 3. Seguridad, 4. Estado Fortalecido. Y los 7 grandes pilares 1. Innovar para crecer, 2. Acceso al crédito, 3. Honduras como plataforma logística, 4. Educación y Salud, 5. Seguridad y Defensa, 6. Estabilidad y confianza en el país, 7. Transparencia.

El administrador del Estado de Honduras manifestó públicamente que tiene una visión clara de lo que el país necesita para alcanzar mejores estadios de desarrollo, paz y gobernabilidad, y que su plan de gobierno propuesto está fundamentado en la dignidad de la persona humana, alcanzar el bien común a través de la solidaridad y justicia social para todos.

Propone cambios profundos y necesarios para alcanzar una economía robusta y ordenada, recuperar la paz y la tranquilidad, reducción de la pobreza, generación de cientos de miles de empleos, en la atracción de inversiones con Honduras como centro logístico de América. También aseguró que Honduras avanza con una lucha sin cuartel contra el narcotráfico y el crimen organizado, contra las redes de corrupción, con mayor transparencia en los procesos de contratación y compras, con un irrestricto respeto a los derechos humanos.

En cuanto a salud, dijo que fortalecerá la red hospitalaria y de atención primaria del país, con trato humano, modernizando todo el sistema de salud y la entrega de medicamentos con un modelo de salud descentralizado, fortaleciendo el rol rector y supervisor. En cuanto a transparencia manifestó que luchará contra la corrupción e impunidad y que Honduras avanza con una lucha sin cuartel contra el narcotráfico y el crimen organizado, contra las redes de corrupción, con mayor transparencia en los procesos de contratación y compras con un irrestricto respeto a los derechos humanos.

Estas y muchas más son las promesas que ha hecho al pueblo hondureño Juan Orlando Hernández Alvarado y su equipo, promesas incumplidas, traducidas en mentira y engaño. Por lo tanto, siempre es importante revelar la verdad de lo que el poder oculta.

No es difícil saber cuál fue la motivación del por qué de la violación a la Constitución demostrada con la reelección y el fraude electoral. Tampoco que, en la pandemia del covid-19, haya puesto al desnudo el débil y frágil sistema de salud; nunca fortaleció la red hospitalaria, es más, fueron saqueados los fondos destinados para la construcción y equipamientos de hospitales, como el de Choluteca, no es fácil ocultar los crímenes de lesa humanidad.

Esta crisis sanitaria sacó a luz el gran robo del director de Invest-H y de sus conexos políticos, con sus formas y fondos. Cómo puede existir transparencia o combate a las redes de corrupción, al crimen organizado, la narcoactividad, teniendo un sistema de justicia enemistado con la misma justicia o aprobar leyes como la de Secretividad Oficial, Inmunidad Parlamentaria, un Código Penal hecho a la medida o sacando la Maccih del país o gobernando por decreto, realmente es difícil, prácticamente imposible, y máxime que el fuero legislativo de Honduras no tiene credibilidad, pues, el 64.7% o sea 85 de los 128 diputados están comprometidos con actos de corrupción. Así, nunca habrá transparencia.

Ciertamente, cada día se acentúa el rechazo al gobierno de Juan Orlando Hernández Alvarado porque en sus gestiones ha dejado al descubierto su incapacidad administrativa, la corrupción y el encubrimiento. Y más ahora, que el Sistema de Justicia de USA, a través de la fiscalía del Distrito Sur de New York, lo ha señalado como miembro de la narcoactividad y etiquetado como co-conspirador de narcotráfico CC-4. Y lo imperdonable para el pueblo hondureño es que haya hecho causa para que a Honduras la califiquen como un narco-Estado. Finalmente, el que permite la corrupción es corrupto. Queda planteado.