Columnistas

Las grandes plagas de la historia

La actual plaga de coronavirus no ha sido la única ni la peor en historia humana. La primera de la que tengamos un relato fue en el año 165 durante el reino del emperador romano Marco Aurelio. La plaga se extendió por todo el mundo conocido y causo miles de muertes. Todavía no se sabía qué causaba las enfermedades ni se habían descubierto los microorganismos que provocaban las enfermedades contagiosas. Pero aún estaban por llegar la horrible peste bubónica en Europa en los siglos 14 y 16 que causó miles de muertos, transmitida por las ratas y las pulgas, la pandemia de influenza de 1914, cuando murieron 20 millones de personas en Europa y América, seguida de la epidemia de cólera de mediados del siglo 20.

La presente pandemia de coronavirus que se inició en Wuhan, China, tiene varios distintivos: es altamente contagiosa de persona a persona, por las manos, por el aire en gotitas de saliva al toser o estornudar, por el semen, por los excrementos que llegan a contaminar los alimentos y, en fin, hasta por el sudor y las lágrimas de los pacientes. El virus puede permanecer activo en superficies húmedas por varios días. El coronavirus mata en pocos días y la mortalidad es alta principalmente en personas arriba de los 50 años. Los niños y jóvenes pueden ser portadores asintomáticos y llevar la enfermedad a los adultos mayores. Aunque se ha dado el caso de niños que han nacido con la enfermedad, o sea que el virus atraviesa la barrera placentaria.

Actualmente (8 de mayo) la cifra es de 3,917,532 infectados y 270,720 muertos. Se piensa que apenas estamos en el inicio de la mayor tragedia que ha sufrido la humanidad y que puede llevarse hasta un tercio de la raza humana. Pero recordemos la pandemia de influenza en 1918 en la cual pereció un tercio de la población de Europa y América. En Honduras se terminaron los ataúdes y en los pueblos llevaron los cadáveres en carretas a una fosa común en los cementerios. Previamente, en los siglos 14 y 16 la peste bubónica producida por una bacteria y transmitida por las ratas y las pulgas causó la muerte de 20 millones de personas en Europa. Luego la viruela, pandemia que involucró a millones de personas en Europa y América, y lo mismo sucedió con el cólera y el sida en el siglo 20.

Actualmente, debido al coronavirus, las pérdidas económicas son enormes y llegan a los millones de dólares diarios. El cierre de las fronteras entre países causará una recesión económica sin precedentes, aumentando la desigualdad y el lastimoso sufrimiento de los pobres. Nunca ha sido tan necesaria la solidaridad entre los seres humanos. Ya no podemos pensar solo en nosotros mismos, sino en el bienestar de los demás. Tenemos que olvidarnos de nuestro egoísmo y de nuestra individualidad y pensar que somos miembros de una comunidad luchando por la sobrevivencia. Como decía el emperador romano Marco Aurelio en su libro “Meditaciones”, refiriéndose a la peste negra que él y sus antecesores en el Imperio Romano habían pasado, “Recuerden que lo mismo ha sucedido antes… el mismo drama y el mismo escenario… desde el principio hasta el final, en la corte de Hadrian, Antoninus, Felipe, Alejandro, Cresus, todo es lo mismo, solo la gente es diferente, pero aquí estamos y como en aquellos tiempos esto también pasará”