Columnistas

El acuerdo del siglo y la amenaza al pueblo palestino

Donald Trump ha encontrado en la creación de nuevos focos de conflicto la mejor forma de mostrarle al pueblo norteamericano su lado fuerte frente a sus adversarios, sobre todo a ese segmento de la población que por convicción o ignorancia mantiene la creencia de que su país es, por derecho divino, el guardián y árbitro de los asuntos que tienen que ver con otras naciones.

Como si fueran pocos los conflictos derivados del intervencionismo, Trump abre otro frente de batalla, un peligro que puede desembocar en hostilidades bélicas, me refiero al llamado “acuerdo del siglo”. El anuncio que ha hecho el cuestionado mandatario estadounidense significaría que se trasladaría a miles de colonos judíos a la ciudad palestina de Al-Quds (Jerusalén) y excluiría a los 100,000 palestinos de esta zona, de este modo, limitaría el acceso de los musulmanes palestinos a la mezquita de Al-Aqsa, otorgando al régimen israelí la mayor parte del área C de Cisjordania, fértil para la agricultura, donde expandiría sus asentamientos ilegales. El acuerdo no garantizaría un Estado palestino soberano y separado, negaría el derecho al retorno de miles de personas desplazadas por la ocupación israelí que se han venido dando desde las agresiones en contra de los pobladores palestinos.

Con solo que Estados Unidos e Israel le hubiesen dado cumplimiento a todas las resoluciones que se han adoptado en la Asamblea General como en el Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), desde la creación del Estado israelita en 1948, y más concretamente los acuerdos adoptados después de la guerra de los Seis Días en 1967, donde se arrebató territorios del dominio palestino y árabe, el conflicto ya se hubiese resuelto.

Como otras propuestas hechas bajo el principio del unilateralismo estadounidense, esta propuesta está destinada al fracaso. El propio relator especial de la Organización de Naciones Unidas (ONU) para los Derechos Humanos en Palestina, Michael Link, ha indicado que el llamado “acuerdo de paz” presentado por Donald Trump “desecha los grandes principios del derecho internacional y consolida el trágico sometimiento de los palestinos sobre su terreno”. Para luego agregar que el plan de Trump “ofrece una solución de un Estado y medio, basado en el hecho de que el Estado palestino resultaría como un islote disperso de territorio no continuo y completamente rodeado por Israel”. Presenta, según el criterio del funcionario de la ONU, una fórmula que no garantiza una paz justa y verdadera cuando propone un país sin fronteras exteriores, sin control de su espacio aéreo, sin derecho a un Ejército y sin capacidad para quejarse en foros internacionales contra Israel o EE UU.

La Organización para la Cooperación Islámica (OCI) ha condenado el acuerdo señalando que el mismo socava los principios del derecho internacional y pretende legitimar el colonialismo y otras formas de dominación, en iguales términos se ha pronunciado la Unión Europea y otros organismos internacionales, que ven con asombro este nuevo zarpazo a la soberanía de los pueblos y a la paz mundial.