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El Infop y los empleos del futuro

El Instituto Nacional de Formación Profesional (Infop) fue creado mediante Decreto No.10 emitido el 28 de diciembre de 1972, o sea hace casi 47 años. Sus objetivos son los de contribuir al aumento de la productividad nacional y al desarrollo económico y social del país mediante el establecimiento de un sistema racional de formación profesional para todos los sectores de la economía y para todos los niveles de empleo, de acuerdo con los planes nacionales de desarrollo económico y social y las necesidades reales del país.

El Infop tiene la responsabilidad de dirigir, controlar, supervisar, coordinar y evaluar las actividades encaminadas a la formación profesional a nivel nacional, entendida esta como la de preparar o readaptar a una persona para que ejerza un empleo.

La dirección superior del instituto está a cargo de un consejo directivo integrado por cuatro representantes del estado, dos representantes de la empresa privada nombrados por el Consejo Hondureño de la Empresa Privada y dos representantes de los trabajadores nombrados por la Confederación de Trabajadores de Honduras.

Cada uno de los integrantes del consejo tendrá un suplente. Los representantes de la empresa privada y de los trabajadores durarán en su cargo tres (3) años; podrán ser reelectos y, en su caso, removidos por ausencia o por incapacidad.

Después de tantos años de operar, sostenido por las contribuciones pagadas por el sector privado, el Infop no ha respondido a las expectativas y responsabilidades que les asigna la ley debido, fundamentalmente, a la politización y a la influencia indebida del sector sindical, que de mutua colaboración han mal gobernado la institución.

Recientemente la empresa privada, saliendo de un largo letargo, alzó su voz protestando enérgicamente por el desperdicio de recursos y por los pobres resultados que la institución puede mostrar en beneficio de los hondureños. Resulta más que evidente que para lograr una transformación integral, el Infop necesitará una cirugía mayor, comenzando por implantar un buen gobierno corporativo.

Lo ideal sería que los sectores más interesados, como ser los empleadores y los trabajadores, tomaran el control de la administración mediante un Consejo Directivo que actúe en forma profesional y se seleccione un equipo administrativo profesional y competente, por concurso.

Una vez instalado un buen gobierno corporativo y con el apoyo de gobiernos amigos como Alemania, que cuenta con amplia experiencia en el ramo, rediseñar el esquema operativo y la currícula educativa acorde a los tiempos actuales y a los retos que presenta el futuro, o sea relanzar un nuevo Infop.

En su libro “Sálvese quien pueda”, Andrés Oppenheimer presenta un análisis, basado en estudios elaborados por investigadores de la Universidad de Oxford, sobre el incierto futuro de muchos empleos que han comenzado a desaparecer ante el avance de la inteligencia artificial, la robótica y la automatización. Si bien es cierto que en países como Honduras estos cambios se producen muchos años después, la realidad es que debemos actuar ya, preparando a nuestros jóvenes para los retos del futuro. Con instituciones ineficientes, politizadas y protectoras de grupos de interés, no será posible llevar a cabo estas transformaciones.

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