Columnistas

Si regresan, ¿aumentará la crisis?

Ese tropel de gente tras una “vida mejor” es romería mal organizada por los anarquistas que falsean dificultades que otros soportan en ese viacrucis irregular, ilegal e inhumano, cuando desesperados buscan zafarse de su agobio, para enredarse en otro. Desconocido.

Ignoro si los caminantes pagan o si los coyotes obtienen ganancias de los revoltosos que embaucan y sostienen ese mal entendido derecho de migrar, que tiene como en esta “caravana” un enorme costo y riesgo. Económico y muerte. JOH, sus mudos adláteres, inteligencia militar en todas sus élites, conocen quiénes son y dónde están, con nombre, apellido y alias, los que inducen y financian esa reata de caravaneros. No somos tontos aunque nos traten como tales. Nos conocemos todos y más a los que fingiendo demencia hacen más daño.

¿Y si regresan los que se fueron en esa trágica recua? Las posibilidades son altas y más si el gobernante gringo cumple con la sarta de amenazas que ha proferido en sus discursos ofensivos para los caminantes, llamándolos asesinos, mareros, delincuentes y además ilegales.

El hombre está cumpliendo su ley y es su país. Punto.

Nada que discutir, lo único son los procedimientos que la ley le faculta, que desconoce por lo que receta incongruencias. Pero manda.

El respeto irrestricto de la ley sustenta convivencia, trabajo y progreso.

Solo quien la cumple puede pedir a sus conciudadanos el respeto a la misma y si no, hacerla valer por los medios que la justicia establece. Fácil sería si todos cumpliéramos nuestros derechos y deberes.

Desafortunadamente por excesos y omisiones tenemos un país difícilmente rescatable, con autoridades corruptas en todas sus manifestaciones inimaginables. Tanto, que “logramos” sin contratiempos ser el país más corrupto del mundo. Nadie se inmuta, a nadie se imputa. Cosechamos lo que hemos sembrado. Nada nuevo, todo se puede menos ser honesto. Sófocles (495 AC) sentenció: “Un Estado donde queden impunes la insolencia y la libertad de hacerlo todo, termina por hundirse en el abismo”.

La política es a menudo el arte de traicionar los intereses reales y legítimos, y de crear otros imaginarios e injustos.

Nadie puede adoptar la política como profesión y seguir siendo honrado. La corrupción se harta la miseria del pobre que justifica su peregrinar. Desesperanza. El multipartidismo y más el bipartidismo corrupto sigue peleando la hegemonía de los delitos que ameritan cárcel.

Padece sin quejas el pueblo pobre y la población independiente de su nivel socio económico.

Los proyectos son festinadamente publicitados y pésimamente ejecutados. Salud y Educación no han sido preeminencia. Son tan pocas carreteras buenas que seguimos a lomo de mula. Nada justifica ese camino de herradura a oriente y otras. Poca producción para consumo interno sin competencia externa.

Señores, dejen a un lado el sectarismo político, unámonos por Honduras que es lo único que tenemos para liberarla de las crisis evitables, mientras los funcionarios blindados e incapaces a cual más, siguen en la corruptela. Y cobran.

JOH, a destiempo, cinco años, absolutamente solo, con irresponsables e ignorantes que él designó en temas álgidos que desconocen, apurado por este trance provocado por los enemigos de adentro y fuera, promete lo que debió hacer y no hizo, sabiendo que es difícil cumplir con lo que no se tiene ni tendrá.

No hay conciencia, solvencia, inteligencia ni contundencia. Si regresan… aumentará la crisis.