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Juan Pablo II: un pontificado que cambió el mundo

El último pontífice del siglo XX y primero del XXI» . Hizo su viaje apostólico a Honduras el 8 de marzo de 1983, hace 35 años, siendo la primera vez que un pontífice de la Iglesia Católica visita este país centroamericano. El entonces arzobispo de Tegucigalpa, monseñor Héctor Enrique Santos (QDDG), fue quien lo recibió.

Juan Pablo II, de nombre de pila Karol Józef Wojtyla, fue elegido Sumo Pontífice de la Iglesia Católica Universal el 16 de octubre de 1978 constituyéndose en el papa número 264 sucesor del apóstol Pedro. Su pontificado, uno de los más largos de la historia de la Iglesia, tuvo una duración de 26 años y cinco meses, concluyendo el 2 de abril del 2005, fecha de su fallecimiento. Su canonización tuvo lugar el 27 de abril de 2014. Su santoral es el día 22 de octubre. Totus Tuus (Todo tuyo) con evidente referencia a la Santísima Virgen María fue el lema papal.

Juan Pablo II al inicio de su pontificado se fijó como objetivo colocar a la Iglesia en cinco direcciones: (i) Nueva evangelización. (ii) Ecumenismo: por medio del diálogo y el encuentro con otras iglesias cristianas y confesiones religiosas. (iii) Compromiso ético y social. (iv) Lucha por la paz. (v) Rigor doctrinal. El Papa hizo evidente desde el inicio de su pontificado la relación existente de la vida de la Iglesia con la Santísima Trinidad, dedicando sus primeras encíclicas a profundizar en cada una de las tres personas de la Trinidad: una a Dios Padre, rico en misericordia (1980); otra al Hijo, Redentor del mundo (1979); y otra al Espíritu Santo, Señor y dador de vida (1986).

Los frutos más significativos que ha dejado en herencia a la Iglesia son, entre otros, su riquísimo magisterio, la promulgación del Catecismo de la Iglesia Católica (1992) y los nuevos Códigos de Derecho Canónico (1983) para la Iglesia Latina y para las Iglesias Orientales. En sus primeros años, consumó el proceso de deshielo en las relaciones entre la “Iglesia Católica y los regímenes comunistas”. Fue especialmente importante su trabajo de potenciación del “diálogo interreligioso” en varios ámbitos.

Su impulso misionero y entusiasta contribuyó decisivamente a la caída del Muro de Berlín y, con él, los “regímenes comunistas de la Europa del Este” separados del resto del mundo por el conocido Telón de Acero. El final de la Guerra Fría y la distensión entre EE UU y la, ahora, desaparecida Unión Soviética constituyen los principales referentes de este logro con el que Karol Wojtila ha tenido, sin duda, mucho que ver. Dentro de su condena a todas las guerras, fueron especialmente valorados sus mensajes sobre las dos guerras de Irak: la de 1991 para liberar Kuwait, a pesar incluso del aval de la ONU, y la de 2003, promovida unilateralmente por Estados Unidos y el Reino Unido.

Entre los principales hechos de mayor resonancia de su pontificado destacan: (i) La primera visita de un Papa a una iglesia luterana. (ii) El primer encuentro de un Papa con una comunidad musulmana. (iii) El primer Papa en visitar la Casa Blanca. (iv) El primer Papa moderno en visitar una sinagoga de Damasco (Siria). (v) El primer Papa en visitar Cuba. (vi) El Papa con mayor cantidad de viajes en la historia: realizó 106 viajes apostólicos por el mundo habiendo visitado 130 países, muchos de ellos en varias ocasiones. En enero 1979 comenzó en México, República Dominicana y las Bahamas “el primero” de sus 104 viajes apostólicos al exterior. (vii) Canonizó a más santos que ningún otro Papa. (viii) Ordenó a 232 cardenales. (ix) Restableció las relaciones diplomáticas con Gran Bretaña, luego de una ruptura de 450 años. (x) En 1984, restableció las relaciones diplomáticas con EE UU las cuales se habían roto desde 1867. (xi) Estableció relaciones diplomáticas con Israel y con la OLP. (xii) Visitó Grecia, un país ortodoxo.

Colocó la evangelización en el centro de la vida de la Iglesia. Si hay una idea fundamental del pontificado de Juan Pablo II es la de la “Nueva Evangelización” a quien se le tilda como su “gran abanderado”. No sólo institucionalizó en la Iglesia una nueva forma de ser pastor universal y una nueva manera de evangelizar con sus viajes apostólicos por los cinco continentes, sino que, en todos los escenarios del mundo desde los comienzos de su pontificado, se comprometió con una causa: “al final del Segundo milenio y en el dintel del Tercer milenio, es preciso y es urgente, emprender en la Iglesia una Nueva Evangelización”. Con su Carta encíclica Ecclesia in America (La Iglesia en América) (1999), le da un empuje fundamental y con la Novo Millenio Ineunte (Al comienzo del nuevo milenio) (2001), la valida como proyecto pastoral global. Cabe señalar, que fue la Conferencia de Medellín (1968) quien acuñó la terminología de Nueva Evangelización (cfr. Pastoral Popular No.8 y Mensaje a los Pueblos de América Latina).

Entre los tantos méritos del pontificado del papa Juan Pablo II, también se encuentra el renacimiento de la Doctrina Social de la Iglesia (DSC) y su clara y definitiva inserción en la misión evangelizadora de la Iglesia. En 1985 instauró las “Jornadas Mundiales de los Jóvenes”, 19 de ellas fueron celebradas a lo largo de su pontificado. Publicó 14 Cartas encíclicas, 15 Exhortaciones apostólicas, 11 Constituciones apostólicas, 45 Cartas apostólicas y 18 Motu proprio. Esto sin contabilizar otros numerosos textos y cartas. El papa Juan Pablo II dejó una huella imborrable en la Iglesia y en muchísimos católicos. Se convirtió en uno de los actores internacionales más gravitantes en el siglo XX. Poseía una sólida y profunda convicción religiosa y mostró una generosa disposición mediática ante los grandes y más modernos medios de comunicación.