En este mes se celebra el centenario de la Revolución de Octubre, hecho ocurrido en Rusia en 1917, uno de los acontecimientos que más ha influido en la historia contemporánea. No se trataba de una revuelta popular cualquiera, la misma se constituyó en una acción que dio origen a un nuevo sistema económico social que rompió con el viejo régimen zarista, uno de los más atrasados y sanguinarios de Europa.
Rusia tenía, en aquel entonces, una economía basada, en lo fundamental, en la agricultura. Las condiciones de vida de la mayoría de la población eran deprimentes.
La estructura económica heredada por la revolución fue un obstáculo para el proyecto socialista, pero esa situación fue resuelta con los cambios que se promovieron desde el Estado, y con el tiempo, aquella situación de atraso fue tornada en una condición que permitió a esa nación convertirse en una potencia, capaz de competir en varios campos con los países capitalistas desarrollados. Se formó lo que por muchos años tuvo vigencia, la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS).
El desarrollo de la URSS es lo que en gran medida permitió la derrota de los fascistas alemanes en la Segunda Guerra Mundial, lo cual vino a cambiar el mapa de las naciones, al iniciarse un fuerte movimiento de liberación nacional en aquellos territorios que eran parte del sistema colonial de las grandes potencias.
El movimiento de liberación nacional permitió la creación de una serie de estados nacionales, con el apoyo directo de los países que constituían el sistema socialista mundial, surgiendo una serie de líderes como Agostinho Neto, Patricio Lumumba, Amílcar Cabral y otros.
En estas circunstancias, un joven argentino, llamado Ernesto Guevara de la Cerna, popularmente conocido como el “Che” Guevara, que ya había vivido la experiencia de los trágicos sucesos del derrocamiento de Jacobo Arbenz Guzmán, gobierno progresista guatemalteco, derrocado con apoyo directo del gobierno de Estados Unidos.
Ese hecho lo impresionó y pronto se vio envuelto en la expedición que desde México preparaba Fidel Castro para enfrentar al gobierno batistiano en su país. Fulgencio Batista, un dictador que había gobernado la isla por muchos años con mano dura, es sacado del poder.
El “Che” Guevara, que por algún tiempo ocupara puestos importantes en el gobierno revolucionario de Fidel Castro, decide trasladarse a las montañas bolivianas a luchar en contra del gobierno de aquel país. Luego de varios combates, es capturado y asesinado en la comunidad de La Higuera en 1967.
Todos los días del año ese lugar se ha convertido en centro de peregrinaje en honor al guerrillero heroico de las selvas bolivianas.
El surgimiento de los movimientos de liberación con el triunfo de la Revolución de Octubre en Rusia son los vasos comunicantes para el surgimiento de tan extraordinario hombre que hoy, en nuevas condiciones, sirve de inspiración a los cubanos en su solidaridad sin límites hacia los pueblos del mundo.
Con el “Che” se puede estar de acuerdo o no con sus ideas, lo que no se puede negar es su espíritu de entrega a los demás y su valentía de morir por sus ideales.
