Cartas al editor

No lo habíamos visto todo

Pensábamos que habíamos visto muchas cosas en Honduras, pero...En el paso fronterizo hay muchos cambistas que cambian pesos, dólares y quetzales a un precio correcto dadas las circunstancias en las que te encuentras de necesitar cambiar divisa y depender de ellos.

Nosotros que íbamos a cambiar si no nos había quedado dinero, alguien nos ajustó para que pudiéramos pagar pasaje desde la ciudad guatemalteca a fronteras con México.

Era ya la medianoche, estábamos agotados, teníamos sueño y ansiedad y mucha hambre.Pero nos impulsaba el anhelo de mejorar nuestras vidas, ya no queríamos vivir en un país con tanta violencia.

Al día siguiente pasamos en un panteón. Era el día 2 de noviembre; de acuerdo con el calendario católico, el 1 de noviembre corresponde a Todos los Santos, día dedicado a los “muertos chiquitos” o niños, y el día 2 de noviembre, a los Fieles Difuntos, es decir, a los adultos, se celebraba del Día de Muertos.

Asimismo, las festividades incluyen adornar las tumbas con flores y muchas veces hacer altares sobre las lápidas, lo que en épocas indígenas tenía un gran significado porque se pensaba que ayudaba a conducir a las ánimas a transitar por un buen camino tras la muerte.

Nosotros trabajamos limpiando y pintando tumbas y las personas nos pagaban, nos daban de comer.Llegó la noche y ya no quedaba mucha gente en el cementerio, pues como teníamos que ahorrar dinero dispusimos dormir entre los muertos.

A eso de la una de la madrugada escuchamos unos gritos y sollozos muy aterrorizantes, era una escena de violación, no pudimos hacer nada por aquella chica que pedía a gritos que no le hicieran nada, nosotros queríamos salir de donde estábamos, pero nos hubiesen matado.