Cartas al editor

La Villa de las Mujeres

En una tierra en donde sus campos eran fértiles, y nacían las esmeraldas como cocos en las palmeras, habitaban unos seres extraordinarios, maravillosos, mágicos y con una belleza cautivadora, en esas tierras por desgracia no habían llegado nunca los hombres, sí, estoy hablando de la Villa de las Mujeres, el lugar más atractivo de este mundo cuyas habitantes sobresalían por sus muchas virtudes, inteligencia, bondad, paciencia, tolerancia, gratitud, comprensión, ternura, y podría seguir hablando de sus muchas más cualidades, pero esta historia se volvería muy larga.

Salí de mi país con una sola misión, llegar a la Villa de las Mujeres y lograr persuadirlas de continuar con el legado de la humanidad que en el mundo donde vivimos cada día más se sigue opacando, y por desgracia las mujeres de los otros lados del planeta nos están odiando más y creen que nosotros los hombres somos sus enemigos, quizás olvidan que juntos fue que formamos este planeta, solos nunca hubiéramos existido como humanidad, en nuestros jardines ya no hay flores porque las voces femeninas no les cantan y así no pueden crecer, las manos de los hombres no tienen fertilidad para esparcir la semilla por el campo y nazca la cosecha, los niños en nuestras escuelas no tienen ya quien les enseñe con vehemencia, las ciudades son construidas pero carecen de luz y gracia, los arquitectos no tienen por qué inspirarse, el número de ancianos va en aumento, y es que para que los días existan además del sol también debe de estar la luna.

No sé a quién se le ocurrió una vez la idea de compararnos, obviamente somos muy distintos, pero al menos en mi tierra, de donde yo vengo, reconocemos y hemos reconocido siempren que ellas y nosotros valemos lo mismo, y que dependemos los unos de los otros, ellas son otoño y primavera, nosotros invierno y verano, ellas son tierra y agua, nosotros aire y fuego, ¿que acaso así no funciona la naturaleza, en perfecta armonía?

Ellas tienen la virtud que nosotros debemos consagrar, los compañeros en sus viajes no pueden odiarse para llegar a su destino, ellas son nuestras compañeras de vida, lo logré, misión cumplida. (Cuento).