La tremenda vulnerabilidad de la naturaleza, sometida a la intervención tecnológica, muestra una situación inusitada. Nada menos que toda la biósfera del planeta está expuesta a posibles alteraciones, lo cual hace imprescindible considerar que no solo se debe anhelar el bien común, sino también el de toda la naturaleza extrahumana.
El filósofo alemán Hans Jonas propone en la obra “El principio de la responsabilidad” un nuevo imperativo: “Actúa de tal modo que los efectos de tu acción sean compatibles con la permanencia de una vida humana auténtica”, o expresándolo de modo negativo: “No pongas en peligro la continuidad indefinida de la humanidad en la Tierra”.
Todo este accionar de las tendencias propias del movimiento ideológico climático hace que el tratamiento de la información respecto al cambio climático sea imperativo y categórico en cuanto a las políticas y estrategias de los estados en desarrollo, mal llamados “menos adelantados”. La importancia central de la gestión de una plataforma de información agroclimática nacional puede verse como un discurso sobre el tratamiento de la realidad del sector agroalimentario. Estamos viendo hacia el futuro y en el futuro estamos visualizando o valorando la necesidad de generar información adecuada, dedicada a uno de los sectores vulnerables ante la variabilidad climática: el agroalimentario, hondureño y global (...). En conclusión, es indispensable el establecimiento de una plataforma que centralice y convierta esta información agrometeorológica en agroclimática, valorando suelo, agua, clima y bosques. Esto es una necesidad urgente