Cartas al editor

Gobierno tutti frutti

Todo mundo se está preguntando quién ganará las próximas elecciones y se convertirá en el nuevo presidente o presidenta de Honduras.

Yo escribí y publiqué en EL HERALDO mi primer artículo en 1989 titulado “Publicidad liberal” sobre las elecciones internas. En estos 32 años he escrito sobre política una buena cantidad de artículos y por razón de mis programas de tv he conocido a muchos políticos, sumado al hecho de que por ser hijo de Rigoberto Espinal Irías (QDDG) tuve la oportunidad de departir socialmente con muchas figuras públicas. En ese contexto me siento en la capacidad de hacer un pronóstico sobre lo que nos arrojarán los resultados de las elecciones del 28 de noviembre.

No me cabe la menor duda de que el próximo gobierno será tutti frutti, es decir, un gobierno que deberá ser integrado por todas las fuerzas políticas mayoritarias. Lo más seguro es que por el carisma natural que posee y su don de gente, Nasry Asfura sea el elegido, aunque los “encuestadores de oficio” van a estar hablando durante la campaña de un “empate técnico” con Xiomara Castro, y los partidos, en contubernio con algunos medios de comunicación con la amañada “encuesta a boca de urna”, tratarán de sorprender a la población para inclinar la balanza a su favor. Pero lo cierto es que el Partido Nacional tiene con qué ganar la presidencia, no así el Congreso Nacional, en donde disminuirá considerablemente sus diputados, generando la oportunidad para que otro partido controle ese poder del Estado (el más importante); las alcaldías de Tegucigalpa y San Pedro Sula hay muchas posibilidades de que cambien de color.

Si esto ocurre, Honduras y la democracia se verían beneficiadas, pues el próximo gabinete sería multipartidario y podríamos esperar una elección de la nueva Corte Suprema de Justicia y Fiscal General del Estado, despolitizadas.