Cartas al editor

Concacaf Final Four

Ávida de ver jugar nuevamente a nuestra querida Selección nacional de fútbol ya en competencias oficiales internacionales se encontraba la afición hondureña que vive en nuestro país y en el extranjero.

Y estuvo pendiente de los dos partidos que se jugaron con los Estados Unidos, anfitrión de la Concacaf Final Four en su primera edición y, posteriormente, en contra de Costa Rica en un partido en que se disputó el tercer lugar, que merecidamente obtuvo nuestra Selección.

La práctica del fútbol supone una gran oportunidad para desarrollar lazos afectivos entre los pueblos y la sociedad, que disfruta de verlos en familia o lugares públicos.

Luego del confinamiento provocado por la pandemia, la gente necesita vivir de nuevo intensamente la pasión del fútbol, que no es más que una disciplina deportiva que destaca las destrezas físicas de sus equipos y promueve la dinámica de grupo, potencia valores de lealtad, compañerismo, diversión, valor, esfuerzo, entre otros.

La vida debe continuar después de tanto dolor y luto al que hemos estado expuestos y hay que darle vuelta a la triste página que ya quedó escrita en nuestra historia.

Y qué mejor que comenzar a vivir las emociones del deporte.

Ahora en junio hay varios eventos que nos harán olvidar ese trago amargo.

De acuerdo con estudios realizados, la práctica del fútbol otorga gran cantidad de beneficios psicológicos, sociales y físicos: autonomía, resistencia a la frustración, alta capacidad volitiva, planteamiento de desafíos, cumplir metas, capacidad de adaptación a distintos escenarios y cambios, autoestima, sentimiento de autoeficacia, socialización, especialmente para los que lo practican que incluye aprendizaje de normas, valores, actitudes que le permiten adaptarse a la sociedad en la que viven.

Qué bueno que el deporte regresa a nuestras vidas como una panacea luego de lo vivido.