Existe una gran cantidad de información que llega a una compañía de forma cotidiana. Hay muchas oportunidades de aprendizaje en todas estas ocasiones, como ideas para mejores prácticas, comentarios útiles y sugerencias. La cuestión está en cómo absorber toda esta información adquirida por la compañía para que se vuelva parte de la organización.
Crea procesos que reflejen las mejores prácticas en la compañía. Idealmente, los flujos de trabajo deben programarse en sistemas que abarquen a toda la compañía, como en un ERP. Otros procedimientos, como los pasos para cerrar una venta que incluye recursos físicos o involucra a varios sistemas no enlazados entre sí, pueden documentarse en procesos.
Los procesos deben diseñarse cuidadosamente para que sean simples y elegantes. También deben integrar todo el conocimiento disponible en la compañía. Sin embargo, esto es más fácil en palabra que en hecho, ya que los procesos deben actualizarse constantemente. Es importante que cada miembro del equipo verifique de forma continua que su proceso sea relevante y funcione bien.
Documenta las políticas tan pronto como se establezcan. Las políticas generales que no puedan programarse en sistemas o procesos pueden añadirse en un documento de Word. Estos lineamientos deben ser parte del entrenamiento del equipo.
Las directrices pueden documentarse por equipo. Asegúrate de que haya un solo documento clave al que todo el equipo se dirija. Puede ser confuso si hay más de uno y es casi como si no estuvieran documentadas las políticas de la empresa.
Pero ninguna de estas ideas funcionará si no hay una cultura de aprendizaje en la empresa. Asegurarse de que la compañía fomente los espacios para la discusión y la conversación abierta también ayudará a que el equipo sea más receptivo a recibir conocimiento nuevo. También motivará a los miembros del equipo a participar en convertir a la compañía en una máquina de aprendizaje.
