Las células se multiplican, el individuo crece y se desarrolla, viviendo largos tropiezos queriendo resolver y realizar los proyectos de viva sin que falte nada, aunque esto no implica tenerlo todo.
Esto es parte de los procesos individuales y sociales, el filósofo Jean Paul Sartre era del criterio que “El desarrollo humano en su totalidad ha sido, por lo menos hasta ahora, una enconada lucha contra la escasez”.
Caminando desde norte a sur sin llegar a un destino prefabricado me pregunté “¿Por qué se crea la escasez?”
No supe qué contestarme. Y cuando quise indagar sobre el sentido de esa pregunta ya se había mi cerebro o el mismo pensamiento distraído en otro tema.
Nunca volví con esa idea, o con ese asunto.
Aparentemente incluso olvide que hubiese estado nunca interesado por ello.
Pero, por fortuna, estoy acostumbrado a intranquilizarme, no he dejado de interrogarme sobre esa pregunta.
En este párrafo se encuentran algunas de las limitadas reflexiones. Y he aquí también la justificación del título.
Usted lector estará acostumbrado a convivir con el desempleo, con la marginación y la pobreza.
Un trabajo fijo será para usted una meta imposible, y probablemente ya habrá trabajado por cuenta ajena sin ningún tipo de contrato legal. Sabrá que conseguir una vivienda es algo que de momento no puede plantearse, y no se extrañará cuando vea cómo se privatiza la educación y la salud.
Estará tan acostumbrado a los vigilantes de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado que no verá en ellos la privatización.
Ante el despliegue de imposibilidades para crear, reproducir y compartir contenidos de igualdad, comodidad y satisfacción se formará la idea que frente a esta situación emergerán voces disidentes como los movimientos reivindicadores de la libertad que están en contra de los amantes del lucro de los que lapidan todo lo del Estado.