Sin el afán de crear polémica y con el fin de dar mi punto de vista en temas que para unos pueden ser sensibles, y que algunos contrastes que haré son de temas actuales, espero ampliar el panorama y mostrar al menos dos caras, porque no dudo que pueden haber muchas más.
Es curioso para mí saber que Jesús escogió a Pedro para fundar su iglesia cuando fue este el discípulo que lo negó tres veces, también me parece interesante el revuelo que ha causado el Covid-19 cuando el VIH existe hace años y es mucho más mortal y a estas alturas muy pocos se han preocupado por encontrar la cura, o por qué la iglesia católica con la evangélica han creado tanto divisionismo entre ambas, si ambas adoran al mismo Dios, y una se deriva de la otra, o cuando el mundo se ha puesto de rodillas ante un virus que se puede eliminar con lavarse las manos, y es que aparentemente se preocupan por la salud de los ciudadanos, pero en sus discursos venden el pánico con frases como “aún falta lo peor”, quieren reactivar la economía, pero solamente quieren abrir los negocios grandes, sin incluir los de las personas que no tienen millones en sus cuentas bancarias, o si hablamos de la complejidad del amor, es difícil entender por qué los seres humanos rechazamos a quien nos ama y amamos a quien nos rechaza, o la ironía que el ínclito Morazán ahora tenga un mausoleo por la misma sociedad conservadora que en el aquel tiempo lo condenó, o cuando una pandemia sea para unas partes del mundo una gran lección de vida y para muchos una gran desgracia, el mundo ahora aflora la ansiedad, la depresión, la hipocondría entre muchas otras más, pero también muchos han aprendido a ver las cosas desde una nueva perspectiva. Aumentó el miedo, pero también la fe de muchos se ha acrecentado.
En medio de las dudas que asaltan nuestros pensamientos, de lo que nuestros padres nos enseñaron, ahora somos nosotros los que debemos construir nuestra verdad, verdad que no es absoluta, pero que hay que aprender a tolerar, y a crear de manera que mejore su realidad.
