Cartas al editor

Experiencias místicas

¿Qué significado tiene el poner una ofrenda, consistente en una vela encendida en un altar o Sanctum o colocar una determinada flor sobre una tumba donde yace un ser querido? Tales ofrendas son acompañadas con oraciones, dedicadas al alma del que ha pasado por su transición o muerte.

Un principio místico expresa: “En la medida que el hombre se acerca a Dios, Dios se acerca al hombre…”; este concepto data de hace muchos siglos de expresión y práctica, no importa que haya sectores de la sociedad que critican estas prácticas, que son parte de la cultura popular tradicional en nuestras ciudades, pueblos, aldeas y caseríos de nuestro país; ya lo expresó Jesucristo en el año 30 de nuestra era, martirizado en una cruz: “Perdónalos, Padre, porque no saben lo que hacen…”.

Los seres humanos deben saber que la personalidad del alma es la suma de todas las virtudes practicadas en el transcurso de toda su vida, así como el bien hacer a favor de los más necesitados (obras de misericordia); y de todo lo académico acumulado en su intelecto; estos hechos virtuosos se adhieren al alma para constituir la denominada alma personalidad, que, inmediatamente después de la transición, se separa del cuerpo para retornar a su origen original o alma universal que es Dios.

Esas ofrendas de amor: velas encendidas, flores que gustaban al ser querido sobre su tumba, oraciones dedicadas en días especiales, alegran el alma del fallecido, porque se dan cuenta que sus deudos jamás los olvidan. Fechas especiales para estas ofrendas pueden ser: día de nacimiento del ser querido, la de su deceso, entre otras.

Ahora, ya saben ustedes el significado de las velas y flores como ofrendas a quienes ya pasaron por su transición; todo de lo que hemos enseñado, llegará el día en que lo experimentaremos; ahora usted ya lo sabe.