Cartas al editor

Viviendo la vida ajena

Entonces, ¿para qué vivir? Lazos que lastiman, un paso adelante, ganándole a los pensamientos y sentimientos, la envidia carcome; fuerzas internas que llevan al abismo del odio; Buscando ayuda, de las cuales se evidencia que los sentimientos de dolor, tristeza y ambición, desespero y la falta de amor son aquellos que dan el último impulso para autoagredirse en lo más interno del alma y así ponerle inicio a todo ese sufrimiento que las agobia, además, se encontró que sus relaciones interpersonales con aquella vendedora de tortillas eran muy conflictivas y tormentosas, lo que provocaba deseos de agresión a la misma persona que le hace tener envidia; al igual se manifestó que después de reflexionar y replantear su vida, busca vivir la vida de aquella joven que vendía aguacates y plátanos en aquella esquina de aquel barrio sombrío.

La ayuda de una mano amiga que la ayude a enfrentar su proceso de recuperación y así hacerle ver que frente a ella había solo una joven que luchaba con mejor suerte que ella, por su juventud y arrojo y desprendimiento, su peculiaridad era indagar sobre la economía de la vida diaria en circunstancias de crisis, esto consiste en el examen de procesos que habitualmente en tales momentos se ponen en evidencia o agudizan los futuros pensamientos y sentimientos de envidia y dolor de aquella anciana que quería lo que aquella joven tenía, que no es mucho.

Como dicen en mi pueblo, “pa’que te escribo si no sabes leer”.

Esto se escribe para el que pueda leer que ella solo poseía un poco de conocimiento, entendimiento distintivo del crítico mundo contemporáneo desde la perspectiva concreta de actores singulares, mediante el cual dar cuenta de la diversidad de formas en que los mismos piensan, sienten y actúan sobre la economía de sus vidas diarias.