Cartas al editor

Se llevó a cabo el pasado domingo la entrega de los Grammy 2019, que es una distinción otorgada por la Academia Nacional de Artes y Ciencias de la Grabación de Estados Unidos para dar reconocimiento a un logro especialmente destacado de la industria musical a un artista específico. Este año fue, en mi opinión, una de las mejores ceremonias y espectáculos que se han visto. La anfitriona fue Alicia Keys. Y se rindieron muy merecidos homenajes a la cantante del género country Dolly Parton y a la no menos célebre Diana Ross, quién celebró así sus 75 años. En la apertura se contó con la presencia de la ex primera dama Michelle Obama. ¿Qué sería de nuestra vida sin la música? Sin la aportación de estos grandes compositores y cantantes que desde nuestra infancia, adolescencia y madurez nos han acompañado con su extraordinario talento, con canciones en diferentes lenguas que deleitan por su ritmo y letras nuestro espíritu, alma y corazón. No hay como levantarse muy temprano e inmediatamente escuchar música que nos trae gratos recuerdos y nos inyecta energía y buenas vibras para comenzar el día con entusiasmo. La música tiene muchas virtudes, entre ellas que nos cambia nuestro estado de ánimo, hoy en día son múltiples los usos que se le dan a los sonidos musicales. La musicoterapia emplea los sonidos y las cualidades musicales en tratamientos psicológicos que ayudan a superar problemas como la dislexia, la falta de atención y de concentración e incluso la elevación de la autoestima (sentirse bien con uno mismo). La música entonces tiene y ha tenido mucho valor para el ser humano, de hecho, cuando estamos en el vientre de nuestra madre lo primero que escuchamos es el ritmo cardiaco (...).