Cartas al editor

La vida es bella

La vida es una ilusión, en un abrir y cerrar de ojos se pasan los años y ni cuenta nos damos y cuando tomamos conciencia es demasiado tarde para recuperar el tiempo perdido. Es por tal razón que es necesario que despertemos hoy y cumplamos nuestro propósito de vida, y este no lo confundamos únicamente con tener un título universitario, tener una casa, un automóvil, casarnos y tener hijos.

Cada ser humano tiene que trascender en esta vida, acompañado con principios básicos como el amor, la caridad, la bondad y misericordia al prójimo, entre muchos otros. En una sociedad con déficit de valores es justo y necesario hablar de estos temas. Desde mi infancia aprendí en la escuela el concepto de familia y lo describía como la base fundamental de la sociedad; y es que es en el núcleo familiar donde radica la verdadera educación del ciudadano, y a esta formación también contribuye la escuela y la iglesia. En ese sentido hago un llamado a los padres de familia a darle un buen ejemplo a sus hijos, a dedicarles tiempo de calidad, a inculcarles valores morales y cívicos, pero sobre todo a guiarlos por el recto camino; así evitaríamos criar futuros delincuentes, embarazos y enfermedades de transmisión sexual en nuestros jóvenes, políticos corruptos, entre otros flagelos de nuestra sociedad. Es necesario hacer un cambio es nuestras vidas en este momento y que meditemos sobre qué hemos estado haciendo mal, para hacerlo bien. No vivamos del pasado, porque no lo podemos cambiar, tampoco en el futuro porque es ilusión, además, no sabemos si viviremos hasta mañana. La vida es aquí y ahora.

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