A propósito de las recientes fiestas de Navidad y Año Nuevo. Todavía resuena en nuestros oídos “Noche de paz, noche de amor”, la popular canción de Mohr y Gruber, que desde hace 206 años ha sonado en cada rincón, recordando el verdadero significado de esta festividad.
Sin embargo, ¿en realidad la Navidad es sinónimo de paz y amor
solamente? La Navidad se ha convertido en un
alto consumismo.
Cientos de personas en centros comerciales y mercados compran sin pensar en lo que su bolsillo es capaz de pagar, gastando en ropa para la ocasión, decoraciones, manjares que servirán en su mesa y regalos
que harán.
Los comerciantes utilizan diferentes alternativas para obtener la atención de las personas, haciendo imposible que no caigan en la trampa del consumismo.
En Honduras, durante esta temporada, el consumismo ha incrementado al menos un 25%, lo cual genera un alza en los precios de productos básicos, tal y como declaró el defensor del consumidor,
Adalid Irías.
Mientras muchas personas derrochan el dinero, otras añoran tener un lugar donde vivir o un plato
de comida.
Según datos de la Organización de Naciones Unidas (ONU) y el Banco Mundial, alrededor de mil millones de personas en el planeta viven en pobreza extrema.
La Navidad es la unión, el amor y la paz entre la familia, más allá de comprar y regalar, se ha olvidado que el verdadero propósito de esta fecha es precisamente lo que no se puede comprar..
