A diario se observan cantidades exageradas de accidentes, en los cuales en su gran mayoría están involucradas personas que viajan en motocicleta.
La falta de compromiso de las autoridades para aplicar la ley y sancionar a los conductores que no cumplen con las normas mínimas de seguridad son factores que han incrementado los accidentes y las muertes en las carreteras.
Asimismo, la imprudencia de las personas que se conducen en automóvil o motocicleta es un peligro latente para su integridad y la de los transeúntes.
Es común ver motocicletas circulando por las aceras o virando para uno y otro costado de la calle y rebasando vehículos por el lado derecho, situación completamente ilícita y peligrosa, sin que un policía aparezca a poner orden y aplicar la respectiva Ley de Tránsito ante tanto desorden vehicular. Y por si fuera poco, no portan su respectivo casco de seguridad en la cabeza sino que en el codo, colocándoselo solo cuando ven a un policía.
La motocicleta es un vehículo más, por lo tanto debe hacer la fila respectiva detrás de los automotores y no introducirse a la fuerza por espacios reducidos para avanzar rápidamente.
Situación creada y utilizada como estrategia de mercadeo por algunas empresas proveedoras con el propósito de incrementar las ventas, lo que ha generado un aumento desmedido del parque vehicular, ocasionando un tremendo caos vial en las horas pico.
En carreteras abiertas se aprecia la misma irresponsabilidad, rebasan en curva o ingresan en medio de los dos carriles quedando expuestos y resultando presa fácil del exceso de velocidad y estados de embriaguez en algunos casos.
El policía debe tratar de hacer el mejor trabajo en función de bajar los índices de accidentes a nivel nacional, sin embargo, la prudencia y educación vial es responsabilidad del conductor.
Denys Oseguera
Periodista
