Los incendios forestales que se generan todos los años en la época de verano en nuestro país están causando enormes daños al ambiente y, en consecuencia, a la salud de los hondureños, ocasionando problemas respiratorios y visuales.
La falta de conciencia ciudadana, que genera una actitud irresponsable, viene a desencadenar un impacto negativo en nuestros bosques ya que, por descuido manifiesto o por falta de compromiso hacia el cuidado de la foresta, se convierten en pirómanos provocando la quema despiadada de grandes cantidades de pino y otras especies.
El Instituto de Conservación Forestal (ICF) debería de ejecutar operativos masivos para la prevención de siniestros, involucrando las fuerzas vivas de las diferentes comunidades, en función de proteger las cuencas, subcuencas y microcuencas que se nutren del medio ambiente.
Así mismo, desarrollar trabajos de ejecución de rondas y fuegos controlados con el propósito de eliminar combustibles existentes en la zona, en función de evitar la propagación del fuego hacia las áreas protegidas.
Sin embargo, no hay que esperar que inicie la temporada de verano del próximo año para empezar a estructurar cuadrillas de manera ordenada y hacerle frente a este problema.
Denys Oseguera
Periodista
Crisis de agua
en la capital
Pero el alcalde capitalino le ha dado prioridad a los túneles y pasos a desnivel antes que resolver el agudo problema del déficit del agua que sufrimos los capitalinos. Hay colonias que compran el agua carísima porque les llega una sola vez al mes.
