Opinión

Violencia. La ola de violencia en Honduras es imparable. No ha cedido ni con la pandemia que obligó a la población a cuarentenas para evitar el contagio del mal y mucho menos con los anuncios de la llegada de dos huracanes en menos de 15 días. Las últimas víctimas son dos hombres y una mujer asesinados a balazos en San Pedro Sula, y dos hombres más en Tegucigalpa. No hay detenidos por estos casos.

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