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Suman 101 muertos por tormentas

Ya se han recuperado dos cadáveres, pero no estaba claro si son de personas en la lista de desaparecidos.

    21.09.2013

    Soldados mexicanos laboraban el viernes en medio de toneladas de lodo y tierra en la búsqueda de víctimas de deslaves, mientras las autoridades buscaban un helicóptero de la Policía Federal desaparecido cuando realizaba labores de asistencia en la costa mexicana del Pacífico, fuertemente afectada por las inundaciones.

    El desastre en La Pintada es la mayor tragedia ocurrida tras el paso de dos tormentas el fin de semana por ambos lados de México y que en todo el país había causado al menos 101 personas, según el más reciente informe oficial.

    El helicóptero, que llevaba tres tripulantes, regresaba de la remota villa montañosa de La Pintada, Guerrero, donde ocurrió el deslave, cuando se perdió el jueves. Todavía no se conoce qué le ocurrió, dijo el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong.

    'Ellos arriesgan la vida todo el tiempo', dijo Osorio Chong. 'Estamos muy preocupados'.

    Usando picos y palas, soldados y campesinos limpiaban de tierra y rocas de los techos de metal corrugado de numerosas viviendas, buscando víctimas en este poblado al norte de Acapulco, donde se reportó la desaparición de 68 personas tras el deslave del lunes. Otros sacaban del lugar ramas de árboles, madera y otros materiales.

    Ya se han recuperado dos cadáveres, pero no estaba claro si son de personas en la lista de desaparecidos.

    La Policía Federal ha ayudado a transportar suministros de emergencia y ayuda a las víctimas de las masivas inundaciones causadas por la tormenta tropical Manuel, que afectó puentes y autopistas en toda la región, dejando aislado a Acapulco por tierra, lo que ha provocado que numerosos turistas hayan quedado atrapados en la zona.

    Autoridades federales y estatales informaron que poco antes del mediodía se abrió un primer tramo de la Autopista del Sol, aunque los vehículos deberán tomar en algún momento una desviación a una carretera alterna hasta conectarse nuevamente con la vía principal.

    La Secretaría de Comunicaciones y Transportes informó en su cuenta de Twitter que durante el día sólo se permitirá el paso de vehículos ligeros, mientras que el transporte de carga circulará de noche.

    Acapulco, un balneario del Pacífico al que acuden principalmente turistas nacionales, quedó incomunicado por aire y tierra tras el paso el fin de semana de la tormenta Manuel que provocó inundaciones y deslaves.

    Al menos 40.000 turistas quedaron varados en el puerto, donde esta semana se iniciaron 'puentes aéreos' con aviones militares y de aerolíneas comerciales para transportar a algunos de ellos a la capital.

    Acapulco se localiza a poco más de 400 kilómetros al suroeste de la ciudad de México y pertenece al estado sureño de Guerrero, el más afectado por las lluvias.

    'Ya con un poco de tranquilidad', dijo Armando Herrera desde su vehículo a punto de dejar el puerto. 'Ya llevamos varados seis días con ganas de regresar', añadió el hombre que fue a Acapulco con su familia desde el Estado de México, que bordea la capital del país.

    Miles de vehículos con familias hacían fila antes de una caseta de cobro, donde policías federales permitían pasar alrededor de 15 autos cada dos minutos.

    'Estamos muy felices de regresar a casa', dijo Edgar Mora, originario de la capital del país.

    México se vio azotado por ambos lados por tormentas el fin de semana.

    Por el Pacífico entró la tormenta Manuel y por el Golfo de México tocó tierra el huracán Ingrid, que según cifras oficiales han dejado al menos 101 muertos en todo el país.

    Los sobrevivientes del deslave fueron llevados a un albergue de Acapulco, donde relataron que el desastre ocurrió el lunes pasado mientras varias personas estaban en la plaza del pueblo para las celebraciones del Día de la Independencia, cuando se escuchó un ruido sordo y luego cayó tierra y roca sobre varias casas.

    'El que pudo correr se fue a las huertas. (El derrumbe) tapó casas y las mandó al río. La mitad de las casas fueron sepultadas. Cada quien buscó refugio (donde pudo)', dijo Marta Alvarez, ama de casa de 22 años, que estaba cocinando en su casa el lunes junto con su hijo de 2 años, dos hermanos y sus padres, cuando ocurrió el deslave.

    La tormenta Manuel que azotó el estado de Guerrero se fortaleció y llegó a la categoría de huracán, y el jueves tocó tierra por segunda vez, ahora en las costas del estado norteño de Sinaloa, en el Pacífico. Por la tarde se debilitó y en la noche, cuando estaba sobre la Sierra Madre, ya era un sistema de baja presión, informó el Centro Nacional de Huracanes de Estados
    Unidos.

    En Sinaloa, autoridades de Protección Civil reportaron la muerte de tres personas tras el paso de Manuel: un pescador, un niño que cayó en un arroyo y un joven cuyo vehículo fue arrastrado.