El Frente Sandinista de Liberación Nacional despedía desde este martes, con actos multitudinarios, al último sobreviviente de sus fundadores y quien fuera en los 80 el temido ministro del Interior Revolucionario, Tomas Borge.
Fallecido el lunes a los 81 años luego de una enfermedad pulmonar, Borge será velado en el Palacio Nacional, frente a la histórica plaza de la Revolución, al norte de la capital, donde en 1979 los sandinistas celebraron la derrota de la dictadura somocista que gobernó Nicaragua durante casi medio siglo.
En la Plaza de la Revolución se encuentra el mausoleo del comandante Carlos Fonseca, otro de los fundadores del sandinismo e ícono de la insurrección armada.
'Su muerte no es más que un paso a la inmortalidad', expresó la primera dama y portavoz oficial Rosario Murillo, al anunciar el deceso de Borge ocurrido en el hospital militar, donde estaba hospitalizado hacía casi un mes.
Los sandinistas, informó Murillo, marcharán hasta la plaza de la Revolución junto a representantes del gobierno de Daniel Ortega y poderes del Estado, para despedirlo en la misma plaza donde 'estuvimos abrazados en la euforia de la victoria el 19 de julio de 1979', dijo Murillo.
El gobierno de Ortega, del que Borge era embajador en Perú, preparaba el plan de los funerales, cuyos detalles serían anunciados el martes, asi como las delegaciones extranjeras que asistirán a las exequias.
Borge falleció rodeado de su familia, en el hospital 'Dávila Bolaños' de Managua, donde el 6 de abril se había sometido a una operación en el tórax para tratarse la afección pulmonar, que se agravó por su edad y la diabetes que padecía.
'La familia sandinista nos sentimos con un profundo dolor'; 'Vivirás por siempre en nuestros corazones', exclamaron consternados sus correligionarios a través de los medios radiales y televisivos del gobierno que transmitieron en forma unificada toda la noche para expresar su pésame y recordar la gesta del ex guerrillero.
Por el contrario los comentarios subidos a la web por lectores del diario opositor La Prensa retomaron viejas críticas hacia Borge, incluyendo las acusaciones por enriquecimiento durante su paso por el gobierno y violaciones de los derechos humanos.
Borge -a quien sus enemigos comparaban con Napoleón por su baja estatura, pose militar y personalidad histriónica- respondía que 'no se puede amar al pueblo sin ser temido y odiado por los enemigos del pueblo'.
Ya septuagenario, en 2005, el comandante sandinista atravesó a nado la laguna de Xiloá en las fueras de la capital, haciendo alarde de su condición física frente a las cámaras de televisión.
Borge fue padre de seis hijos, tres de los cuales con la peruana Marcela Pérez, de quien se había separado hacía varios meses, pero que lo acompañó en sus últimos días.
Era respetado en las filas del FSLN por ser el líder más viejo y único fundador que quedaba con vida de la ex guerrilla, que surgió en 1961 en la montaña, gobernó por primera vez de 1979 a 1990, y retornó al poder en 2007.
En Nicaragua habrá 'Frente Sandinista para largo rato... cueste lo que cueste', decía Borge, uno de los pocos ex comandantes de la desaparecida Dirección Nacional del FSLN que apoyó el cuestionado liderazgo de Daniel Ortega, que dirige el partido con mano de hierro desde hace más de tres décadas.
Borge nació el 12 de agosto de 1930 en Matagalpa (norte), se incorporó desde joven a la lucha contra la dinastía somocista y en 1961 organizó con Carlos Fonseca Amador al FSLN, de inspiración antiimperialista.
Fue escritor, diplomático y al momento de su muerte se desempeñaba como vicesecretario del FSLN, diputado nacional y embajador en Perú.