La reforma de la legislación migratoria en Estados Unidos es también una cuestión de seguridad, aseguró este viernes el flamante secretario de Seguridad Interna (Homeland Security), Jeh Johnson.
'La reforma migratoria es también una cuestión de seguridad interna. Se estima que hay 11.5 millones de inmigrantes indocumentados viviendo en el país. No se irán. No se autodeportarán', dijo Johnson en su primer discurso de importancia desde que asumió ese Departamento, en diciembre.
Para Johnson, es necesario impulsar a esos inmigrantes ilegales a que salgan 'de las sombras de la sociedad estadounidense, paguen impuestos y multas, que asuman responsabilidades, y que se le dé también un camino a la ciudadanía como a los otros'.
Una reforma de la legislación migratoria vigente, dijo Johnson, no representa 'premiar gente por haber violado la ley, sino la oportunidad de ponerse de acuerdo con la ley. Y eso es preferible a lo que tenemos ahora'.
El Senado estadounidense aprobó el año pasado una extensa reforma de la legislación migratoria, pero desde entonces el proyecto de ley se encuentra empantanado en la Cámara de Representantes (diputados), dominada por la oposición del Partido Republicano.
Dirigentes republicanos realizaron hace una semana una reunión cerrada para definir su posición con relación a la crucial reforma migratoria, y el presidente de la cámara de Representantes, John Boehner, sugirió que la votación podría ocurrir este año.
El propio Boehner, sin embargo, arrojó el jueves un balde de agua fría sobre esas expectativas, al afirmar que no se aprobará la reforma migratoria sin que el presidente Barack Obama recupere la 'confianza' de los republicanos.
De acuerdo con Boehner, el anuncio de Obama en enero de que ignorará al Congreso y actuará por su cuenta en algunos temas, como la desigualdad económica, está 'alimentando más desconfianza', de modo que el tema migratorio seguirá atascado.
'Hay una duda generalizada sobre si se puede confiar en este gobierno para hacer cumplir nuestras leyes, y será difícil avanzar en cualquier legislación sobre inmigración hasta que eso cambie', afirmó Boehner.
Este viernes, Johnson expresó su esperanza de que la votación 'ocurra en 2014. Hay una creciente convicción de que este asunto no debería ser político, pero es un problema que debe ser arreglado'.
'No tengo una bola de cristal sobre la agenda pero creo que [esa ley] pasará. Yo asumo que se aprobará, soy un optimista', señaló.