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Niegan petición de libertad al hombre más odiado de Bélgica

Marc Dutroux, condenado a cadena perpetua en 2004, defendió personalmente el derecho de purgar su pena a domicilio con un brazalete electrónico, el que le fue denegado.

18.02.2013

La justicia belga rechazó este lunes la demanda de libertad vigilada presentada por el asesino pederasta Marc Dutroux, a causa del riesgo de reincidencia del 'hombre más odiado' de Bélgica.

El tribunal de aplicación de penas de Bruselas emitió un veredicto sin sorpresa, dos semanas después de una audiencia a puerta cerrada en la que el belga Marc Dutroux, condenado a cadena perpetua en 2004, defendió personalmente el derecho de purgar su pena a domicilio con un brazalete electrónico.

'No hay lugar de conceder una medida de vigilancia con brazalete electrónico', declaró la presidenta del tribunal.

El tribunal destacó 'la falta de perspectivas de reinserción' de Dutroux.

El proyecto de reinserción de Marc Dutroux, de 56 años, fue considerado poco creíble por la falta de proyecto profesional serio y de posible alojamiento. El tribunal estimó por ello que había un riesgo de reincidencia.

Incluso la madre de Marc Dutroux, con el que no tiene contacto, se opuso este lunes a la liberación de su hijo.

'No tengo la menor gana de verlo en libertad. Es un reincidente total, ya lo ha demostrado a lo largo de su vida', declaró la madre en una entrevista al semanario Le Soir Magazine.

Dutroux, un ex electricista de Charleroi (sur), fue condenado en junio de 2004 a cadena perpetua por el secuestro y la violación, entre junio de 1995 y agosto de 1996, de seis niñas y adolescentes belgas, así como el asesinato de cuatro de ellas. Más de quince años después de los hechos, la opinión belga sigue traumatizada por el caso.

Actualmente encarcelado en Nivelles, al sur de Bruselas, Marc Dutroux podrá pedir una liberación condicional a fines de abril, cuando habrá purgado un tercio de su pena, que de forma efectiva es de 45 años.

Los observadores belgas estiman que no tiene prácticamente ninguna posibilidad.

Su ex mujer y cómplice, Michelle Martin, en cambio sí obtuvo en agosto la libertad condicional y vive actualmente en un monasterio de la región de Namur (sur).