Un incendio que se desató la madrugada del jueves en una residencia de ancianos de Isle Verte (Quebec, este de Canadá) dejó tres muertos, pero este balance podría incrementarse considerablemente ya que 30 personas siguen desaparecidas.
El fuego se desató poco después de medianoche en la residencia Havre, y rápidamente se propagó por todo el edificio, atizado por los fuertes vientos que soplan en la región, indicaron los servicios de rescate.
Las autoridades de Quebec señalaron a que el incendio dejó tres muertos, mientras que fuentes policiales advirtieron que '30 personas están desaparecidas'.
Los servicios de emergencia trasladaron a nueve heridos, uno de ellos de gravedad, a los centros hospitalarios.
'No quiere decir que las 30 personas faltantes hayan forzosamente perdido la vida', dijo Ann Mathieu, de los servicios de rescate de Quebec.
'Es una tragedia para la comunidad y se puede pensar que el balance corre el riesgo de aumentar', dijo Gaetan Lelievre, ministro quebequense, a la cadena de televisión Radio-Canada.
De los 50 a 60 pensionistas 'muchos eran semi-autónomos (...), casi todos estaban en silla de ruedas o con caminador, algunas personas sufrían de Alzheimer avanzado', indicó Ginette Caron, alcaldesa adjunta de Isle Verte en rueda de prensa.
La escasa movilidad de estos ancianos, algunos casi centenarios, es el factor, según los servicios de rescate, que podría agravar el balance a medida que los bomberos puedan buscar entre los escombros de la residencia.
'Un tercio de las edificaciones fue evacuado al 100%, y para el resto todavía no se hizo', explicó por su parte Yves Charron, director de Bomberos, quien cree que se podrá entrar en el sector más afectado al finalizar la jornada.
Imágenes difundidas por los medios locales mostraron el edificio consumido en buena medida por las llamas. Una farmacia y un centro de servicios comunitarios que servían a la residencia fueron igualmente destruidos.
'Oímos gritos en el interior. El fuego era intenso', dijo Pascal Fillion, un vecino de la residencia.
Hacia las 06H00 GMT, el edificio se encontraba 'completamente en llamas, y éstas se propagaron por todas partes por el viento', indicó este testigo a Radio-Canada.
Otro testigo narró que su abuela 'llamó a su hijo para que la rescatara, pero no lo consiguió. Intentó salvarla con una escalera, pero ella murió en un corredor', declaró, visiblemente emocionado.
'El peor escenario'
Vientos de 60 a 70 km/h soplaban en toda la región -azotada el miércoles por una fuerte tormenta y temperaturas de -20 grados centígrados- complicaban los trabajos de rescate.
'Es un drama humano', declaró Michel Lagacé, prefecto de la municipalidad regional de Rivière-du-Loup, al hablar del 'peor escenario', con un incendio en plena noche en una residencia para personas mayores y un personal reducido.
'Podemos mantener algo de esperanza pero la realidad parece ser que hay pérdidas considerables de vidas', declaró a las cadenas de televisión el primer ministro canadiense Stephen Harper, de visita oficial por Medio Oriente.
'Nuestros pensamientos y oraciones están con los heridos, con las familias y amigos de los desaparecidos en este horrible incendio', escribió más temprano Harper en su cuenta de Twitter.
Desde el foro de Davos (Suiza), la primera ministra de Quebec, Pauline Marois, dijo estar 'profundamente entristecida por este suceso', al tiempo que ofreció toda la ayuda necesaria a las familias y la comunidad de Isle Verte, una localidad de unos 1.400 habitantes a orillas del río San Lorenzo, y ubicada 230 km al este de Québec.