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EEUU: Sigue resistencia a mascarillas pese a brotes de covid-19

Mientras estados como Florida, Arizona y Texas se encuentran en una situación grave, el virus se ha propagado más hacia los estados del norte de Estados Unidos en los últimos días

28.07.2020

JACKSON, ESTADOS UNIDOS.-La temporada de béisbol se sumió en una crisis más profunda el martes, mientras que estados como Mississippi y Carolina del Sur buscaban más camas de hospital, y los gobernadores de las regiones más afectadas se resistían a las peticiones de ordenar el uso de mascarillas, pese al aumento de casos de coronavirus.

Las Grandes Ligas suspendieron los juegos programados de los Marlins de Miami hasta el domingo debido a un brote que se ha propagado a por lo menos 15 de los jugadores y miembros del personal del equipo, y una serie de juegos esta semana entre los Yanquis de Nueva York y los Filis de Filadelfia también fue suspendida como medida de precaución.

Mientras estados como Florida, Arizona y Texas se encuentran en una situación grave, el virus se ha propagado más hacia los estados del norte de Estados Unidos en los últimos días, causando alarma entre las autoridades de salud pública que temen que tales entidades no están haciendo lo suficiente para evitar brotes catastróficos como los registrados en el llamado Cinturón del Sol, que comprende la franja sur del país.

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El repunte en la región centro norte ha sido impulsado en gran medida por un aumento de casos entre adultos jóvenes, que han regresado a los bares, restaurantes y gimnasios.

Florida reportó 191 muertes nuevas, otro máximo para un día en el estado, mientras que Arizona registró 104 y Arkansas impuso un récord de un día con 20 decesos.

Estados Unidos ha registrado aproximadamente 4.3 millones de casos de coronavirus y alrededor de 150,000 muertes, de acuerdo con el conteo de la Universidad Johns Hopkins. A nivel internacional, más de 16.5 millones de personas se han contagiado y más de 655,000 han fallecido.

Los gobernadores republicanos de Tennessee, Mississippi, Missouri y Carolina del Sur se han negado a las peticiones de cerrar los bares y gimnasios, así como a emitir una orden de uso de mascarillas a nivel estatal, aunque funcionarios locales han impuesto algunas restricciones por cuenta propia.

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En Mississippi, nueve de los hospitales más grandes del estado no tenían camas disponibles en sus unidades de terapia intensiva el lunes, y las autoridades consideraban abrir instalaciones temporales para brindar más espacio. Más del 24% de las pruebas de coronavirus han arrojado resultados positivos en Mississippi en la última semana, lo que representa la tasa más alta del país y el triple del promedio nacional.

El gobernador de Mississippi, Tate Reeves, ha argumentado que debido a que el uso de mascarillas se ha vuelto una cuestión política, una orden a nivel estatal podría desalentar a la gente para que cubra sus rostros. En su lugar, pidió que sólo se porten mascarillas en los condados más afectados.

Terry Sullivan, director general de Fondren Fitness en Jackson, dijo que una orden a nivel estatal sería “lo correcto”.

“Sé que es un tema delicado, pero si todos podemos usar mascarillas y hacer las cosas bien por un mes, ayudaría mucho intentarlo y frenar esto en Mississippi”, comentó. “Si no lo hacemos, no parará”.

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En Missouri, ciudades grandes están cada vez más inquietas por un repunte de casos luego de que el estado reanudó por completo las actividades económicas. El estado reportó otro aumento récord de casos en un sólo día, con casi 1.800. San Luis recortará los horarios de los bares y reducirá la capacidad en restaurantes a partir del viernes, y Kansas City podría seguir sus pasos.

El gobernador Mike Parson se ha negado en repetidas ocasiones a promulgar una orden para requerir el uso de mascarillas en todo el estado, con el argumento de que hay relativamente pocos casos en la mayor parte de la entidad en comparación con otros focos de infección en ciudades más grandes.

El mes pasado, Parson dijo que no creía que el gobernador tuviera una responsabilidad personal por cualquier virus y comparó la enfermedad que ha matado a casi 1,000 personas en el estado con la influenza. Dijo que nadie debería esperar que él asumiera la responsabilidad si alguien se ve involucrado en un accidente automovilístico en una carretera del estado.

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