Mundo

Colocan scanner en la frontera de México y Guatemala para detectar migrantes

En los últimos días, los retenes policiales y militares fueron reforzados en esta región de Chiapas, al sur de México

09.06.2019

TAPACHULA, MÉXICO.- Instalado en un camión, un militar mexicano observa un desfile de imágenes en la pantalla de su ordenador. Sus ojos buscan formas humanas escondidas en vehículos; las de migrantes clandestinos.

En una carretera, cerca de la frontera entre México y Guatemala, las autoridades desplegaron un scanner para detectar migrantes que tratan de escabullirse para seguir rumbo al norte con el sueño de pasar a Estados Unidos.

Algunas decenas de metros más allá, se divisa otra barrera. Guardias fronterizos revisan minibuses y taxis y verifican la identidad de los pasajeros bajo la mirada de policías federales.

En los últimos días, los retenes policiales y militares fueron reforzados en esta región de Chiapas, al sur de México, principal puerta de entrada de los migrantes centroamericanos.

Esa movilización es parte del acuerdo sobre inmigración alcanzado el viernes por Estados Unidos y México y que evitó la imposición de aranceles de 5% a todos los productos exportados al poderoso vecino de norte .

'Estamos aquí las 24 horas', dice uno de los agentes.

De pronto, las autoridades detectan una familia de emigrantes. Padre, madre y tres hijos, incluido un bebé. Los cinco acaban en una camioneta de vidrios enrejados para su probable expulsión.

1,600

efectivos de la Guardia Nacional de México serán desplegados para el lunes a la frontera sur de México.



Desde enero, la cantidad de arrestos de inmigrantes clandestinos en México se ha triplicado al pasar de 8,248 a 23,679 en mayo. Las expulsiones también aumentaron y llegaron el mes pasado a 16.507.

Inquietud y cólera
El despliegue de 6,000 efectivos de la Guardia Nacional de México previsto para el lunes, una de las concesiones de México para evitar la imposición el lunes de aranceles del 5% a todas su exportaciones a Estados Unidos, debería elevar la cantidad de arrestos.

Si bien algunos comerciantes se congratulan por el aumento de la seguridad, la medida generó miedo entre los migrantes y cólera en los activistas.

'Utilizan a los migrantes como pretexto', dice Ernesto Castanedo, activista del refugio Buen Pastor en Tapachula.

'Esto va a hacer desaparecer las grandes caravanas, pero la migración seguirá', añade.

Su refugio acoge a unos 600 migrantes, mayoritariamente hondureños, que esperan poder seguir su periplo hacia el norte.

Algunos miran la televisión o juegan al fútbol. Otros lavan la ropa mientras animadores de Unicef entretienen a los niños.

La llegada de la Guardia Nacional genera temor hasta entre quienes tienen una visa temporal.

'Me da miedo por los policías que golpean', dice Alexi, de 21 años y expulsado en mayo de Estados Unidos, a donde espera volver en mayo en otra caravana.