Según información publicada por la cadena Telemundo, la investigación, que duró un año, concluyó con la captura de unas 50 personas y 96 que fueron procesados.
La cadena informativa reveló que la banda era dirigida por Ashley Yen Nguyen, una vietnamita de 53 años y tenía su sede en Houston, Texas.
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La captura de la red criminal se logró en un trabajo en conjunto de varias agencias federales de Estados Unidos. De acuerdo con las pesquisas, la red comenzó a opera en agosto del 2013, desde esa fecha venían organizado miles de matrimonios arreglados entre personas que ni siquiera se conocían.
¿Cómo operaban?
La red reclutaba y contrataba ciudadanos estadounidenses que estuvieran dispuestos a contraer matrimonio a cambio de dinero. Los migrantes debían abonar entre 50 mil y 70 mil dólares a la organización en cada etapa del proceso.
Este proceso comprendía cuatro etapas, entrada al país, green card, residencia y ciudadanía, por lo que la obtención de la ciudadanía tenía un costo total de entre 200 y 280 mil dólares, por persona.
Para engañar a las autoridades migratorias la banda criminal preparaba álbumes fotográficos de las bodas, que también contenían otro tipo de fotografías.
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Funcionarios migratorios señalaron que el fraude matrimonial es un delito grave que varía según las agravantes y puede castigarse con penas que van desde cinco a 20 años de prisión.
Por su parte, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha endurecido los procedimientos para obtener la ciudadanía o residencia a partir de un matrimonio con un estadounidense, especialmente cuando uno de los cónyuges tiene problemas legales.
Los migrantes que obtienen matrimonio gozan de un permiso temporal para vivir en Estados Unidos y luego de dos años deberán demostrar con claridad que su unión fue legítima. Este procedimiento puede incluir entrevistas con agentes especiales.
