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Quiso ayudar a inmigrantes sin papeles y terminó preso  

Simon Radecki preguntó al senador republicano Pat Toomey si era cierto que su hija había sido secuestrada

10.10.2017

Pensilvania, Estados Unidos
Un activista quiso hacerle sentir en carne propia a un senador lo que sienten los inmigrantes jóvenes sin permiso de residencia, que no saben si regresarán a casa todos los días o serán detenidos por el servicio de inmigración.

Y no tuvo mejor idea que preguntarle durante un town hall (sesión de preguntas y respuestas) si era cierto que su hija había sido secuestrada.

La pregunta causó enorme revuelo y cuando se aclaró que era una pregunta retórica, Simon Radecki fue detenido.

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La policía quiso acusarlo de algún delito, pero un fiscal, John Morganelli, lo descartó, diciendo que la pregunta había sido inapropiada y ofensiva, pero que Radecki simplemente hizo uso de su derecho a la libre expresión y no cometió delito alguno.

Radecki, un activista de 28 años, había sido preseleccionado para hacer una pregunta durante el encuentro del senador republicano Pat Toomey con los votantes de su distrito el 31 de agosto en un canal de televisión pública de Bethlehem.

Cuando le llegó su turno, Radecki no hizo la pregunta que había planteado durante el proceso de selección y le dijo al legislador: “Lleva un buen rato aquí y tal vez no vio las noticias. ¿Puede confirmar o no que su hija Bridget fue secuestrada?”.

La policía intervino y sacó a Radecki del escenario. “Hago esta pregunta porque esa es la realidad de las familias que son deportadas...”, alcanzó a decir el activista mientras se lo llevaban.

A la hija de Toomey no le había pasado nada y el senador dijo que le pregunta había sido “ridícula”. La sesión de preguntas y respuestas continuó sin más incidentes.

Radecki dijo el lunes que había tratado de llamar la atención a la situación que enfrentan los inmigrantes jóvenes sin permiso de residencia que fueron traídos al país de niños. Casi 800 mil de ellos están cobijados por el programa DACA que lanzó el presidente Barack Obama, que dejaba en suspenso sus deportaciones y les permitía trabajar y estudiar, pero su sucesor Donald Trump dijo que dejará sin efecto ese programa en forma escalonada, dando seis meses al Congreso para que resuelva el status de estos jóvenes.

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La policía de Bethlehem dijo inicialmente que Radecki sería encausado, pero el fiscal Morganelli le pidió que no lo hiciese hasta que analizase el caso.

Pensó que se podría acusar a Radecki de alterar el orden e interrumpir un acto público, pero lo descartó tras concluir que la conducta de Radecki no había violado ley alguna.

“Está claro que la pregunta del señor Radecki fue hecha de una forma insensible, sin tomar en cuenta el impacto que podía tener en el senador Toomey” o en su familia, dijo Morganelli. “No obstante, no se puede invocar el derecho penal para combatir una conducta insensible”.

Morganelli, quien es demócrata, le informó de su decisión a Toomey mediante un mensaje y el senador le respondió que comprendía la situación, según el fiscal.

Un vocero del legislador, Steve Kelly, dijo que la pregunta de Radecki había sido “censurable” y “amenazante”, pero que el senador aceptaba la decisión del fiscal.

Witold Walczak, director legal de la filial de Pensilvania de la Unión de Libertades Civiles, dijo que Morganelli había tomado la decisión correcta.