Hondureños en el Mundo

DJ Will Catracho, el hondureño que activa la noche en España

El nombre del hondureño ya es una marca entre la comunidad latina en Barcelona y alrededores. Lo mismo lo vemos en el programa nocturno online Zona 504 que dos días después animando una fiesta en Valencia

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15.10.2021

TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Cuando DJ Will habla, hasta el aire calla. Su voz suena como salida de una cabina de radio. A veces no sé si está conversando o locutando. O cuándo para de hacer lo primero y empieza con lo segundo. O si conversa, locutando; o locuta, como conversando. O si ambos al mismo tiempo.

Pero cuando habla, lo hace como catracho. Y cuando locuta, más: “macizo, ¿verdad?”. Con 18 años de vida en España, Will García mantiene intacto el acento y el voseo que le dio Honduras. Tan fresco, como si ayer hubiera dejado su natal Tegucigalpa, y tan vivo, que a veces la gente piensa que escucha a un locutor transmitiendo desde tierras hondureñas.

Su nombre ya es una marca entre la comunidad latina en Barcelona y alrededores. Y, por añadidura, un embajador cultural del país, tanto que siendo DJ Will su nombre artístico, escogió “Catracho” como apellido: DJ Will Catracho.

Hace dos años ganó el galardón a “Mejor locutor del año” en los Premios Talento Latino, celebrados en Valencia. Este trofeo, en cierto modo, compensaba su trayectoria de 11 años en ese entonces (ahora de 13) en el mundo de la comunicación y animación en España, más los otros cinco de estudio.

Se graduó en 2007 en Periodismo Deportivo en la Universitat de Barcelona (así lo aclara: 'soy periodista formado'), con la oferta de ser becario en el proyecto de Barca TV.

Todavía recuerda el primer día como una enseñanza de vida, cuando el jefe no puso a prueba sus conocimientos, sino su actitud.

“Mi jefe nos puso a limpiar una oficina. Mis compañeros no quisieron porque alegaron que no habían pasado tanto tiempo estudiando para ser conserjes, pero yo me puse a limpiar sin cuestionar. Al día siguiente ellos ya estaban afuera y yo me gané su reconocimiento. Él no quería trabajar con profesionales que no fueran humildes”, relata DJ Will.

Después de eso, DJ Will comprobó que la vida se mueve sin brújula, pero que lo importante es el viaje, y no el destino: de la cobertura de la Copa del Rey y las categorías inferiores del Fútbol Club Barcelona pasó a la escena underground latina que empezaba a apoderarse de las discotecas en la ciudad condal.

DJ Will Catracho durante su visita a las oficinas de EL HERALDO. Foto: Marvin Salgado / EL HERALDO.

DJ Will Catracho en su visita a las oficinas de EL HERALDO. Foto: Marvin Salgado.

Del ladrillo al micrófono

Omitía -u olvidaba, por un momento- que en esa transición también se encasquetó casco de constructor, se cubrió con overol y se puso guantes para trabajar en el ladrillo, como sucede con los hondureños que en España levantan su nuevo hogar. “Pero no le doy a eso, ja, ja, ja, ja”.

En lugar de los golpes de sol, la noche llamaba a DJ Will. En la discoteca, sentía a la noche tan viva. Las luces de neón y fluorescentes cruzando como dagas la oscuridad. La música que tornea los cuerpos. El laboratorio de sonidos del disc jockey explotando en fusiones movidas y electrizantes.

Y llega el turno del animador, el emperador de la noche, el dueño de la diversión. Quien dice cuándo gritar y cuándo bailar. Y, aunque primero le tocó estar en la tornamesa, DJ Will empezaba a sentirse agusto en la posición de rey de la fiesta.

Chaqueta negra, tenis Nike, pantalones ceñidos de los tobillos, una gorra con la visera frontal firme y una camiseta con una enorme “H”. Y, para adornar la presentación, unas gafas oscuras que rara vez se las quita, ni en lo oscuro ni en lo claro. Este porte es la antesala de un maestro del sonido.

El animador también presume de tener el primer programa radial vía online para hondureños en España. Lo bautizó como Catrachos Radio. El proyecto no pudo continuar, pero después puso todo el conocimiento y la experiencia adquirida en una iniciativa más personal: Zona 504, un programa dentro de Radio Catracha Barcelona, proyecto del español Rafael Serrano.

Will también es una bomba de risas y gracias; pero -como buen humorista- se toma la vida muy en serio. Lo mismo a las 12:30 del mediodía de un miércoles seco y aburrido se apunta a una tanda de bailes en Tik Tok ('hay que ser constantes para que la gente lo vea a uno') y dos días después toma viaje para animar una fiesta en Valencia.

También lo llaman para participar en otras radios latinas, como AC Radio Show. Suena su teléfono en la conversación, debe atender a los músicos a quienes maneja su carrera; definir fecha, hora y lugar de la próxima presentación. ¿Hay algo más que no haga este hombre?

O lo vemos una noche en sus tantos programas de románticas, baladas, rumbas, macaneos, invitados, detrás de una consola y cámara, para que una mañana siguiente se ahogue en papeles en el tiempo que aparta para tramitar documentos a los hondureños en España.

Para Will, el humor y el espectáculo no son una broma.

Un showman que se sabe que se debe a su público: 'Le agradezco a todos los hondureños en España, Estados Unidos y el mundo por el apoyo que me han mostrado a lo largo de mi carrera en Europa'.

Aunque DJ Will por sí solo es una pequeña cabina de radio. Frente al micrófono, coge aire en el diafragma y lo hace chocar con sus cuerdas vocales. Y ya de sus labios sale sonido con color, moldeado para los oídos.

Una voz entrenada para evitar tropiezos y el tartamudeo. Con la claridad del agua y la suavidad de una almohada. “Mis maestros eran estrictos para que aprendiera a locutar; me cansé de ensayar con un lápiz en la boca, ja, ja, ja”.

Pero también hace lo mismo cuando conversa con la gente, por eso es tan difícil descifrar si DJ Will locuta hablando o habla locutando. O ambas.

El hondureño no falta nunca a su cita con la comunidad de oyentes en las noches. Un día que no vaya, es un día que los catrachos no se activan. Foto: Cortesía.

El hondureño no falta nunca a su cita con la comunidad de oyentes en las noches. Un día que no vaya, es un día que los catrachos no se activan. Foto: Cortesía.

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