Tegucigalpa, Honduras
Desde el lejano Oriente, acompañados de su vieja y legendaria tradición, sus altezas reales: Melchor, Gaspar y Baltasar, llegaron a la capital de Honduras.
No vinieron precisamente a la adoración del Niño Dios, pero sí a arrancar sonrisas a los pacientes internos y de consulta externa de la sala de Oncología Pediátrica del Hospital Materno Infantil.
Sus cofres de oro, incienso y mirra, fueron transformados en dulces, galletas, chocolates, juguetes y peluches para los infantes.
Día de fiesta
El Día de Reyes, también conocido como La Epifanía, se convierte en un día de fiesta para los niños capitalinos, especialmente aquellos que viven en zonas de riesgo, pacientes del Materno Infantil y de la Sala de Maternidad del Instituto Hondureño de Seguridad Social (IHSS).
Hace varios años que el sacerdote de origen español, Ramón Martínez Pérez, de Casa Belén, y Patricio Larrosa, se unen en solidaridad para llevarles alegría.
En esta actividad colaboran voluntarios de la Asociación Colaboración y Esfuerzo (Acoes), coordinada por la Pastoral Arquidiocesana de la Salud.
“Con esta actividad queremos alegrar a los niños, sacarles una sonrisa, rescatar esta parte de la Navidad, que es la manifestación de Dios a la humanidad, y decirles que estamos con ellos”, manifestó Bessy Flores, una de las colaboradores.
El pasado 5 de enero, el grupo de jóvenes visitó las colonias Ramón Amaya Amador, Betania, Nora Gúnera de Melgar y el barrio La Bolsa para realizar la misma actividad.
En total benefician a más de cuatro mil infantes.